Alarma en Almaraz: la central nuclear está gravemente comprometida y provoca el cierre de sus 2 reactores

Los dos reactores nucleares de la central de Almaraz se detuvieron a las 00:00 del pasado 16 de abril. Como consecuencia de ello, dejaron de producir electricidad el día 23. Aún no se conoce si el complejo podrá retornar a su funcionamiento habitual porque al parecer ya no es rentable en términos económicos. En un reciente comunicado emitido por la empresa responsable de las instalaciones, se informa de que debido a la baja demanda eléctrica en la zona, sumado a la “inasumible carga impositiva” que a día de hoy soportan las centrales nucleares en España, las unidades 1 y 2 de la central nuclear de Almaraz se han visto obligadas a cesar su actividad, con todo lo que ello conlleva.

La carga impositiva es inasumible y el cierre de las unidades 1 y 2, inevitable

Aunque la central nuclear ubicada en el municipio extremeño de Almaraz cuenta con unos costes de funcionamiento “muy competitivos”, se ha anunciado en el comunicado que en estos momentos está “gravemente comprometida por una carga impositiva inasumible”, la cual representa más del 75% de sus actuales costes variables. En este sentido, y de acuerdo a los datos ofrecidos por el OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Energía), a pesar de que el precio del MWh (megavatio por hora) ronda los 12 euros, al sumarles los impuestos, la producción de electricidad mediante energía nuclear paga 28 euros de media por cada megavatio hora generado.

Esta alarmante situación ha provocado que ambas unidades de la central de Almaraz se hayan visto obligadas a detener su actividad de forma controlada desde la media noche del pasado día 16 de abril. La empresa ha comunicado que los reactores 1 y 2 se hallan en condiciones óptimas de seguridad y que el cese de funcionamiento se está llevando a cabo siguiendo todos los protocolos internos establecidos. Sin embargo, el de Almaraz no es el único caso, ya que la central nuclear de Cofrentes (Valencia), se sumó desde el jueves 24 de abril al cierre de sus reactores debido a la elevada carga de impuestos que sufre. Esta situación afectará a más de 12.000 empresas y cerca de medio millón de trabajadores.

La central nuclear de Cofrentes (Valencia), obligada también a cesar su actividad por el mismo problema

La central nuclear del municipio valenciano de Cofrentes, en consecuencia al auge de las energías renovables, la caída de precios dentro del mercado eléctrico y la elevada carga de impuestos, ha adoptado la misma decisión que la central de Almaraz y desde el pasado jueves 24 de abril a las 00:00 ha cesado la actividad de sus dos reactores. El comunicado emitido alerta del grave riesgo que corren ahora más de 12.000 empresas valencianas que dependen de la electricidad suministrada por las instalaciones de Cofrentes. Dichas empresas generan más de 184.000 puestos de trabajo directos en la comunidad, además de otros 235.000 de forma indirecta. Los cuales ahora tienen ante ellos un futuro incierto si se elevan los costes de producción de las empresas donde trabajan. Los sectores más comprometidos por esta situación serán el químico, cerámico, metalúrgico, alimentario y de transformación del plástico.

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