Seguro que más de una vez has pagado el café con la primera moneda de 2 euros que has sacado del bolsillo. La próxima vez, quizá te convenga mirarla dos veces. En Alemania, los coleccionistas están como locos por una pieza muy concreta de ese valor. Dicen que llega a pagarse hasta 5 000 euros por ella, y sí, hablamos de un simple círculo bimetálico que aquí no compra ni un menú del día. La clave: es una moneda conmemorativa que recuerda un acontecimiento histórico clave para los alemanes. Y, cosas de la eurozona, puede acabar colándose en cualquier monedero español.
¿Por qué esta moneda puede valer hasta 5.000 euros?
Todo se resume en la mezcla explosiva de dos factores: la pieza es conmemorativa y rinde homenaje a un momento histórico de primer nivel para la población alemana. De ahí que la demanda se haya disparado y, con ella, el precio en los portales de numismática.
Además, cada Estado del euro solo puede lanzar dos monedas de este tipo al año. Eso limita la oferta y eleva la cotización hasta números que dan vértigo. En otras palabras: un trozo de metal que pagó un pretzel en Berlín puede financiarte las vacaciones si lo encuentras en Albacete.
¿Cómo reconocerla sin volverte loco?
Puede que la tengas frente a tus narices y aún no lo sepas. Primero, recuerda que estas ediciones especiales muestran un diseño diferente al de las monedas corrientes; suele aludir de forma clara al acontecimiento que conmemoran. Segundo, fíjate en el país de emisión: la pieza buscada procede de Alemania, según el diario germano Echo 24. Por último, confirma su carácter conmemorativo; basta compararla con imágenes oficiales o consultar catálogos especializados.
- Revisa que la moneda exhiba un motivo histórico claramente distinto al habitual.
- Comprueba el año de emisión y que figure como edición conmemorativa alemana.
- Contrasta su posible valor en webs de numismática antes de lanzarte a venderla.
Una pequeña inspección de rutina puede evitar que acabes gastando, sin saberlo, la «paga extra» más fácil de tu vida.
¿Cómo puede llegar una moneda alemana a tu bolsillo español?
El euro circula libremente desde Lisboa hasta Tallin, así que las piezas saltan fronteras tan rápido como los turistas. Basta un cambio en una gasolinera de autopista o la caja de un supermercado para que la moneda dé el brinco. Posteriormente, va pasando de mano en mano hasta que alguien con buen ojo, ¿quizá tú?, se percata de la joyita. A esto se suma el hecho de que los alemanes viajan, gastan y pagan con efectivo en media Europa. Por consiguiente, no es extraño que una tirada limitada acabe perdida en cualquier hucha de la península.
En primer lugar, guarda la calma y, sobre todo, la moneda: nada de echarla en la máquina del metro «por si acaso». Después, acude a un profesional del sector o a una casa de subastas de confianza para verificar la autenticidad y el estado de conservación, factores clave para que esos 5 000 euros no se evaporen. Por otro lado, evita precipitarte vendiéndola a la primera oferta que aparezca en Internet. Compara precios, lee la letra pequeña y acuerda siempre métodos de pago seguros. Porque, admitámoslo, sería una pena que una pieza capaz de alegrarte el mes acabara reportándote solo un par de cafés.