¿De dónde viene el término «salario»?: La respuesta está en la cocina de casa y los mayas lo utilizaban hace 2.500 años

En casi cualquier cocina hay un salero que damos por hecho. Ahora imagina que con ese mismo salero te pagasen la nómina: suena raro, pero tiene historia. Una investigación iniciada en 2004 en la Universidad Estatal de Luisiana sugiere que los antiguos mayas pudieron ser los primeros en usar la sal como moneda de cambio. La pista más temprana está en un mural pintado hace más de 2.500 años en Calakmul (Yucatán), donde se retrata la venta de sal en un mercado. El trabajo, liderado por la arqueóloga Heather McKillop (Departamento de Geografía y Antropología), conecta producción, transporte y estandarización de la sal en la región maya. Y, de fondo, late otra idea conocida: el salario romano, que, según la Real Academia Española y un diccionario económico, también nació de la sal.

¿Fueron los mayas los primeros en pagar con sal?

La investigación de Heather McKillop, de la Universidad Estatal de Luisiana, plantea que la civilización maya habría sido la primera en utilizar la sal como dinero, incluso antes que los romanos. La propuesta no es menor: apunta a un uso económico del condimento más allá de la cocina, con valor de intercambio en mercados.

La escena clave aparece en Calakmul (Yucatán). En un mural de hace más de 2.500 años, un vendedor muestra lo que parece un pastel de sal envuelto en hojas, mientras otra persona sostiene una cuchara grande sobre una canasta con sal suelta y granulada. Se trata del registro más antiguo conocido de venta de sal en un mercado de la región maya. La sal, además de ser una necesidad biológica básica, servía para conservar alimentos y era valiosa por su distribución restringida en el área maya.

¿Qué pruebas arqueológicas sostienen esta idea?

En 2004, McKillop y su equipo localizaron en Belice los primeros restos de antiguas cocinas de sal mayas hechas de postes y paja, sumergidos y preservados en una laguna de agua salada dentro de un bosque de manglares. Desde entonces han mapeado 70 sitios que forman una red de habitaciones y edificios en las Salinas de Paynes Creek.

A continuación se resume, de forma ordenada, lo identificado por el equipo en Paynes Creek Salt Works y su entorno inmediato. Sirve como retrato material del proceso productivo y su escala.

EvidenciaLugar/ámbitoDetalle o cantidad
Mural con venta de sal en mercadoCalakmul (Yucatán)Pintado hace más de 2.500 años; vendedor con pastel de sal y sal suelta en canasta
Cocinas de sal de postes y pajaBelice (laguna de agua salada en manglar)Descubiertas en 2004; estructuras sumergidas y preservadas
Sitios mapeadosSalinas de Paynes Creek (Belice)70 sitios interconectados (red de habitaciones y edificios)
Postes arquitectónicos sumergidosPaynes Creek Salt WorksMás de 4.000
EmbarcacionesPaynes Creek Salt Works1 canoa y 1 remo
Herramienta de jadeíta de alta calidadPaynes Creek Salt Works1 unidad
Herramientas de piedraPaynes Creek Salt WorksUsadas para salar pescado y carne
CerámicaPaynes Creek Salt WorksCientos de piezas
Bordes de vasijas analizadosPaynes Creek y asociados449 bordes de vasijas empleadas para hacer sal

Según interpreta McKillop, quienes trabajaban allí eran productores-vendedores: transportaban la sal en canoas a lo largo de la costa y ríos arriba en el sur de Belice y fabricaban cantidades muy superiores a las que requerían sus familias inmediatas. En otras palabras, aquello no era un apaño ocasional, sino una forma de vida articulada alrededor de la producción y el intercambio.

¿Cómo se estandarizaba la sal para usarla como dinero?

La investigadora analizó cientos de piezas de cerámica, incluidos 449 bordes de vasijas utilizadas para hacer sal. Dos estudiantes de posgrado replicaron esas vasijas en una impresora 3D en el laboratorio de Visualización de imágenes digitales en arqueología de McKillop en LSU, a partir de escaneos tomados en Belice en el propio sitio de estudio. Ese trabajo técnico permitió comparar formas y capacidades con precisión.

El hallazgo clave es que los frascos empleados para hervir la salmuera (el agua salada que se hierve para extraer la sal) estaban estandarizados en volumen. Esto quiere decir que producían unidades homogéneas de sal, es decir, porciones equivalentes. Por consiguiente, la sal podía funcionar como dinero en los intercambios: cada “unidad” sería comparable a otra, algo imprescindible para cualquier medio de pago mínimamente serio (y para no liarse en el mercado).

¿De dónde viene la palabra salario y qué papel tuvo la sal?

El término salario procede del latín salarium, como recoge la Real Academia Española. En la época del Imperio Romano, a soldados y funcionarios se les pagaba con sal, un producto valioso en esa sociedad por su utilidad y su escasez relativa en ciertos contextos.

Además de sazonar y ayudar a evitar la deshidratación, la sal se utilizaba para conservar alimentos, como antiséptico para las heridas y para detener hemorragias, según el diccionario de términos económicos de Bankia. De ahí que, aunque hoy nos parecería un poco marciano cobrar la nómina en sal, el paralelismo histórico tenga sentido: valor, utilidad y, por tanto, capacidad de intercambio.

¿Qué puedes hacer si te interesa este tema?

Si quieres profundizar sin perderte, aquí van pasos sencillos basados exclusivamente en lo citado en esta noticia.

  • Localiza y lee el estudio mencionado: «La sal como mercancía o dinero en la economía clásica maya».
  • Anota los datos clave para tener perspectiva: 2004 (inicio de la investigación en Belice), Calakmul (Yucatán) con el mural de más de 2.500 años, 70 sitios mapeados, más de 4.000 postes, 449 bordes de vasijas, y la canoa con su remo.
  • Para entender el origen de salario, revisa la entrada de la Real Academia Española y el diccionario de términos económicos de Bankia mencionados.
  • Si te interesa contextualizar los hallazgos, ten presentes las Salinas de Paynes Creek (Belice) y el papel del transporte en canoa del que habla la investigación.

Con estos pasos conectarás la escena del mercado pintada en Calakmul con la cadena de producción que se reconstruyó en Belice y, además, con la herencia lingüística que usamos a diario cuando hablamos de salario. En definitiva, una historia de sal, trabajo y mercado que, por lo visto, ya estaba “en nómina” hace más de dos milenios.

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