¿Te imaginas llegar a los 65 años, apagar el despertador para siempre y, aun así, ingresar cada mes un sueldo digno?
Pues en Francia hay quien lo hace: nunca ha visto una nómina y, sin embargo, recibe 1.605,73 € mensuales de Asignación de Solidaridad para las Personas Mayores (Aspa). Mientras en España nos peleamos con bases de cotización y lagunas de cotización, al otro lado de los Pirineos existe esta “red de seguridad” que evita que los mayores caigan en la pobreza. Eso sí, no es magia ni un secreto de Estado: hay requisitos, plazos y mucho papel sellado. Si sigues leyendo, descubrirás por qué, cuánto y, sobre todo, cómo puedes optar a una ayuda similar, tanto en Francia como en España, sin haber cotizado un solo día. ¿Preparado para sacarle punta al boli y tomar notas?
¿Qué es la Aspa y por qué la llaman la “pensión” del que nunca cotizó?
La Aspa es una prestación pública que garantiza ingresos mínimos a los mayores con pocos recursos. El Estado francés la financia y la gestiona la Caisse Nationale d’Assurance Vieillesse (CNAV).
Tope mensual de la Aspa (2025) | Persona sola | Pareja (matrimonio, PACS o convivencia) |
---|---|---|
Máximo que se puede cobrar | 1.034,28 € | 1.605,73 € |
Como ves, la pareja que no llega a ese umbral recibe la diferencia hasta completar los 1.605,73 €, una cifra muy por encima del salario mínimo español.
¿Cuáles son los requisitos para cobrar hasta 1.605,73 € en Francia?
Para evitar chascos en la ventanilla, conviene repasar los requisitos uno a uno:
- Edad: tener 65 años cumplidos, o 62 años si se acredita incapacidad permanente.
- Residencia efectiva: vivir en Francia al menos 9 meses al año.
- Ingresos totales (salarios, alquileres, pensiones propias y del cónyuge) inferiores a 12.411,44 € anuales si se vive solo, o 19.268,80 € si se vive en pareja.
- Exprimir primero otras pensiones: hay que pedir cualquier pensión contributiva, de reversión o extranjera antes de solicitar la Aspa.
Cumplidos estos filtros, la CNAV calcula cuánto falta para llegar al tope y paga esa diferencia cada mes. Por cierto, los llamados “trimestres asimilados” (periodos de desempleo, enfermedad o servicio militar) también generan derecho a pensión ordinaria, así que pueden mejorar tu cómputo sin haber trabajado “de verdad”.
¿Qué opciones existen en España si no has cotizado lo suficiente?
Aquí el equivalente se llama pensión no contributiva (PNC). Nació para que ningún mayor o persona con discapacidad se quedara sin ingresos básicos por no haber cotizado el mínimo.
Aunque el nombre suene a “calderilla”, la cosa ha mejorado: desde el 1 de enero de 2025 la PNC oscila entre 141,18 € y 564,70 € al mes, según tus ingresos y la composición familiar. Si convives con tu hermano, tu cuñado y el perro, el INSS sumará las rentas de todos y te dirá si pasas el corte de 7.905,80 € anuales (límite para un hogar de una sola persona).
Las nuevas cuantías se fijaron tras la subida extra del 9 % aprobada a finales de 2024. En castellano llano: el Estado mete un poco más de dinero para que la inflación no se coma la pensión de quienes menos tienen. El pago llega en 14 pagas, 12 mensuales más dos extras en junio y noviembre, y se revisa cada año.
Pasos para no perderte en el papeleo (Francia y España)
Primero, reúne todos los documentos: DNI o pasaporte, certificado de residencia y justificantes de ingresos de los últimos doce meses. Después:
- En Francia: descarga el formulario Cerfa n.º 14957*02 en la web de service-public.fr, rellénalo sin tachones y entrégalo en tu caisse de retraite. El abono suele tardar dos o tres meses.
- En España: pide cita en el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o presenta la solicitud telemáticamente con certificado digital. Tendrás respuesta en un máximo de 90 días; si no, silencio administrativo negativo (traducido: toca reclamar).
Por último, vigila cada año tus ingresos, una herencia inesperada puede hacerte perder la ayuda, y conserva todos los justificantes: Hacienda y la Seguridad Social no se fían de la memoria.