Parece que fue hace ayer cuando el Parlamento aprobó con una gran mayoría de votos a favor la medida hoy conocida por todos como Ingreso Mínimo Vital, aunque en su momento, VOX la rechazó al considerarlo una “paguita”. Pero lo cierto es que esta ayuda del Gobierno ha hecho la vida de miles de españoles mucho más fácil desde que llego a nosotros en el año 2020. Por aquel entonces, el país pasaba por uno de sus peores momentos. Y es que a la presente pobreza extrema y exclusión social que sufren muchas familias, tuvimos que sumar la llega del Covid-19.
Tras 4 años en vigor, ya nadie (o casi nadie) duda de la eficacia de esta medida. Sin embargo, nada en esta vida es perfecto, y aún quedan detalles por pulir, como la problemática para solicitarlo, el largo tiempo de espera a la que la administración nos somete antes de aprobarlo o el plazo que transcurre hasta que al fin lo cobran aquellos/as que lo necesitan. Pese a todos estos problemas, el Ingreso Mínimo Vital llega a más de 735.000 hogares y beneficia a 2,1 millones de personas.
¿Quién se beneficia de esta ayuda del Estado?
Existen distintos tipos de beneficiarios, pero básicamente, estos se dividen en 2 grandes grupos: quienes se benefician de esta ayuda a título individual y quien son beneficiarios titulares de una unidad de convivencia. Sea como sea, todos ellos deben encontrarse en una situación de vulnerabilidad económica establecida por el promedio de ingresos y rentas que percibieron durante el año anterior a su solicitud. Para el caso de beneficiarios individuales, estos deben tener al menos 23 años, residir legalmente en España y haber vivido de forma independiente durante al menos 2 años antes a la solicitud. En el supuesto de titulares de una unidad de convivencia, estos no pueden estar casados/as o unidos/as a otra persona como pareja de hecho ni formar parte de otra unidad de convivencia.
El Ingreso Mínimo Vital también puede ser solicitado por personas sin hogar, mujeres mayores de edad que sean víctimas de violencia de género o trata y explotación sexual y personas que tienen entre 18 y 22 años de edad que provengan de centros residenciales de protección de menores de las comunidades autónomas, habiendo estado bajo tutela de entidades públicas.
Esta gran ayuda para favorecer a las personas en riesgo de exclusión social y pobreza extrema se ha visto incrementada en un 6,9% en 2024. Colocándose entre los 604 euros para un beneficiario individual y los 1.329 euros en el caso de un adulto con 4 hijos menores a su cargo. Además, si se diera el caso de que el solicitante tuviera un grado de discapacidad igual o superior al 65%, estas cantidades se aumentaron en un 22%.
¿Se puede cobrar el Ingreso Mínimo Vital y trabajar a la vez?
Pero ahora vayamos al tema que nos compete, y es resolver la duda sobre si podemos o no cobrar el Ingreso Mínimo Vital estando también trabajando. La respuesta corta es “SÍ”. Al tratarse de una renta garantizada, es posible compatibilizarla con ingresos procedentes de un empleo e incluso, si estamos cobrando el paro. Aunque como todo, habría que cumplir con requisitos. En este caso, sería que estas rentas por trabajo o prestación por desempleo no superen ciertas cantidades.
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