Está claro que por bien que vaya una empresa, el jefe nunca estará contento y siempre querrá exprimir un poquito más a sus trabajadores para obtener mayores beneficios. En ocasiones esto es algo evidente y el jefe de turno ni siquiera se corta un pelo a la hora de “explotar” a los empleados. Pero existen ciertos casos donde esto se consigue mediante tácticas sibilinas y estrategias casi psicológicas, donde te hacen pensar que llegar a casa hecho polvo después de una dura jornada de trabajo es incluso bueno para ti.
Puede que estés agradecido por tener que trabajar tanto y hasta pienses que eso significa que la cosa va bien, que nunca te faltara la faena o que eres indispensable en la empresa. Pero lo cierto es que si te tienen que dar la patada, lo harán sin miramientos, por mucho que te esfuerces en tu día a día. Hoy estamos aquí para desvelar este tipo de tácticas que muchas empresas utilizan para lograr que sus trabajadores rindan por encima de sus posibilidades y además sin que ellos mismos se den cuentan.
Productividad y prestigio de la empresa
¿Cómo consigue tu empresa engañarte y/o manipularte para que des, más y más y más, todos los días? Pues muy sencillo: con seducción, mentiras, chantaje emocional y miedo irracional, como si la mala de una telenovela se tratase. El primer punto que trataremos es la productividad. Hay que ser productivos, y cuanto más mejor, aunque eso nos lleve a problemas de salud física y mental debido a la presión y el estrés. Algunas empresas al menos dan incentivos por este factor (a menudo insuficientes para la labor realizada), pero es que otras ni eso. Hace ya algún tiempo que nos vendieron la moto diciéndonos que hay que ser super hiper mega productivos para ser buenos trabajadores, y esto no es cierto. Se debe trabajar a un buen ritmo, pero nunca hay que hacerlo hasta el punto de reventar. Obviamente, la cosa tampoco va de estar tumbados a la bartola. Hay que encontrar un buen equilibrio.
El siguiente truco que usan es hacernos estarles agradecidos por trabajar para ellos, como si nos hubieran dado la vida. Esto suele ocurrir con empresas de renombre como Apple, Amazon, Google y otras gigantes igualmente conocidas. Es como si por llevar sus logotipos en la camiseta pareciese que te ha fichado el Real Madrid y ya por eso tienes que esforzarte hasta llegar al límite. Si a lo mejor también cobrases lo mismo que un futbolista, a lo mejor podría llegar a entenderlo, pero esto no ocurre así, ¿a que no? Que no te engañen haciéndote creer que eres un absoluto privilegiado por trabajar para ellos, o que les debes algo, porque no es así.
Competencia y miedo
El siguiente punto va ligado al primero que hemos visto, el de la productividad. Hablamos el de la competencia entre trabajadores. Ofrecer datos del trabajo de otros para así, incitarte a que los superes, puede parecer sano, pero puede llegar al punto de convertirse en algo tóxico. Si un trabajador sabe gestionar correctamente sus emociones y entiende hasta donde puede llegar sin frustrarse, no pasa nada. Pero esta práctica puede tener consecuencias muy negativas para la salud mental de ciertas personas.
Seguimos con la táctica del miedo. Esta se practica poco a poco y a medio-largo plazo. La clave es ir incrustando un sentimiento de miedo en el subconsciente del trabajador con frases tipo: “la cosa está regular”, “vamos tirando” o “al menos cubrimos gastos”. Esto genera en el trabajador una sensación de que en cualquier momento puede ser despedido y lo lleva a trabajar como un loco para compensar esta situación. Este tipo de comentarios genera estrés e inseguridad, los cuales son malos compañeros de trabajo.
Buen rollo y teletrabajo
Aunque la mona se vista de seda… No te dejes engañar por las buenas palabras, porque como en toda relación, las cosas malas no se aprecian a simple vista y siempre se intentan ocultar en las primeras citas. Sin embargo, la verdad acaba saliendo a la luz y cuando quieres darte cuenta, ya estás metido de lleno en otra relación tóxica. Se empieza con el buen rollo, el café gratis, magdalenas de empresa y días de cumpleaños libres. Pero pronto llegan los horarios flexibles, las llamadas (eso sí, de buen rollo) fuera de las horas de trabajo y demás cosas que te hicieron huir de tu anterior relación.
Acabamos ya (aunque podríamos estar aquí horas) con el teletrabajo. Este es para muchas empresas el santo grial que les permite hacer que sus trabajadores cumplan 24 horas al día. Si tu puesto de trabajo está en tu casa y tú siempre estás en tu casa, siempre estás en tu puesto de trabajo. De esto se aprovechan muchos jefes poniéndote en compromiso y dando la sensación de que si no lo haces es porque no te da la gana y eso puede provocar en ti un miedo irracional al despido que, al final de cuentas, lo que tienen en común todas estas prácticas es eso: generar miedo en el trabajador, miedo a que te despidan.
Si sufres alguna de estas prácticas, no tengas miedo y busca un lugar sano donde trabajar, que hay muchos. Si te gusta este tipo de contenido y quieres saber más, te invitamos a que entres en nuestro portal web, donde hablamos de estas y otras muchas cosas interesantes, siempre relacionadas con el mundo laboral.