La llamada Prestación Universal por Crianza pretende aliviar la carga económica de tener hijos y fomentar la natalidad en España.
Tener hijos cuesta, y cada vez más. La subida generalizada de precios en alimentación, vivienda o energía está afectando con especial intensidad a las familias con menores a su cargo. En este contexto, el Gobierno de coalición, a través del ala de Sumar, ha puesto sobre la mesa una propuesta que busca transformar de raíz el sistema de ayudas a la crianza: una prestación de 200 euros mensuales por cada hijo menor de edad, sin necesidad de acreditar situación laboral o nivel de ingresos.
La medida, que aún se encuentra en fase de estudio, ha sido impulsada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y se presenta como un giro significativo respecto a las políticas asistenciales anteriores. El planteamiento es claro: un ingreso mensual desde el nacimiento hasta los 18 años, con el que las familias puedan hacer frente a gastos básicos como alimentación, ropa o productos de higiene. Y, al menos en su diseño inicial, tendría carácter universal.
Una ayuda sin condiciones laborales
Lo que diferencia a esta propuesta de otras prestaciones anteriores es precisamente su vocación de universalidad. No estaría condicionada al nivel de ingresos ni a la situación laboral de los progenitores, aunque el Ejecutivo no descarta introducir ciertos matices, como límites de renta o un máximo de beneficiarios por hogar. El objetivo principal es reconocer el coste estructural que implica criar hijos, y no limitar el apoyo a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad.
Según ha explicado la propia Yolanda Díaz, se trata de una herramienta pensada para fomentar la natalidad y ofrecer estabilidad económica en un momento en que muchas parejas deciden posponer tener hijos por razones económicas. “Criar no puede ser un lujo, sino un derecho acompañado de garantías”, ha declarado la ministra, subrayando el papel que el Estado debe asumir en este ámbito.
¿Quién podría acceder y cómo se solicitaría?
Aunque el diseño definitivo está aún por cerrar, el esquema preliminar contempla una gestión digitalizada del trámite a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social, con posibilidad de realizar el proceso también en oficinas físicas. Entre la documentación requerida se incluirían el libro de familia, el certificado de empadronamiento y, en caso de establecerse baremos, justificantes de ingresos.
Asimismo, se está valorando la posibilidad de introducir excepciones que prolonguen la ayuda más allá de los 18 años en situaciones específicas, como hijos con discapacidad o en situación de dependencia.
¿Cuándo podría entrar en vigor la ayuda de 200 euros?
La intención del Gobierno es que la Prestación Universal por Crianza comience a aplicarse a lo largo del año 2025, aunque su puesta en marcha depende de la aprobación parlamentaria y del encaje presupuestario definitivo. A pesar de ello, la iniciativa ha sido bien recibida por asociaciones familiares y colectivos sociales, que ven en ella un avance hacia un sistema más justo y equitativo de apoyo a la infancia.
A falta de concreciones, lo que está claro es que la propuesta supone un cambio de enfoque en la política de ayudas: del subsidio condicionado al derecho garantizado. Si se convierte en realidad, las familias españolas recibirían hasta 43.200 euros por hijo a lo largo de toda la minoría de edad. Un respaldo que, en tiempos de incertidumbre económica, podría marcar la diferencia.
¿Será suficiente para revertir la baja natalidad? Aún es pronto para saberlo. Pero por primera vez en mucho tiempo, parece que la crianza entra en el centro del debate político.