Esta popular cadena de tiendas de ropa anuncia cierre histórico: bajará la persiana de 419 tiendas antes de 2025 y 950 puestos de trabajo en peligro

El grupo textil reducirá su red de establecimientos y cerrará fábricas, afectando a cientos de trabajadores.

La histórica firma italiana de moda, fundada en 1965 en Treviso, acaba de anunciar el cese de operaciones en 419 puntos de venta a nivel mundial antes de que finalice 2025. De ellos, 180 ya han bajado la persiana en lo que va de año, dejando sin empleo a cientos de personas, incluidas 169 en España. El fabricante, que llegó a ser un símbolo de diseño accesible y campañas publicitarias rompedoras, justifica la medida por la feroz competencia del fast fashion y un agujero financiero de 100 millones de euros que su fundador, Luciano Benetton, ha denunciado públicamente.

¿Se puede hacer algo para revertir esta decisión? La respuesta es no. Directivos y accionistas coinciden en que la magnitud de la crisis obliga a un plan de reestructuración inminente que, por desgracia, no deja espacio para otras salidas.

Benetton, la emblemática marca italiana, confirma el cierre de 419 tiendas antes de 2025

Las razones de esta drástica medida se remontan a años de malas decisiones y una incapacidad para adaptarse al modelo de producción rápida que han impulsado gigantes como Zara o H&M. Mientras estos competidores renovaban continuamente su oferta y abarcaban costes, Benetton confió en la fidelidad de una clientela apegada a valores como la sostenibilidad y la diversidad. Sin embargo, el mercado evolucionó más rápido y la marca no supo seguir el ritmo.

Los resultados financieros se deterioraron, y los informes según Luciano Benetton estaban maquillados para esconder las pérdidas reales. El empresario italiano se apartó de la dirección en 2012 y regresó en 2018 con la esperanza de recuperar la esencia de la compañía. Su renuncia en mayo de 2024, tras destapar ese «agujero» de 100 millones de euros, ha dejado en evidencia que el problema es mucho más grave de lo que se pensaba.

La estrategia oficial de Benetton ante la crisis financiera y su competencia feroz

El nuevo plan de la compañía consiste en centrarse en canales digitales, reducir costos estructurales y reubicar parte de su producción. Como parte de esta estrategia, no solo se cerrarán tiendas físicas, sino también fábricas que ya no resultan rentables. El objetivo pasa por reforzar la venta online y optimizar la cadena de suministro para competir mejor con rivales que apuestan por la inmediatez.

Principales factores que explican la debacle:

  1. Competencia agresiva de la fast fashion.
  2. Falta de adaptación a las nuevas tendencias de consumo.
  3. Gestión financiera deficiente y opaca.
  4. Estrategias de marketing que perdieron relevancia.

Aun así, existen dudas sobre si la reestructuración llegará a tiempo. La marca parece haber perdido su identidad y buena parte de su clientela, lo que obliga a revisar su posicionamiento para recuperar la confianza del mercado.

Adiós de Benetton en la industria textil

Economistas y especialistas del sector señalan que este cierre masivo tendrá repercusiones directas en la economía local de muchos países donde la firma estaba presente. Para el consumidor, la desaparición de tantas tiendas implica menos variedad de opciones y el fin de un símbolo que promovió valores como la inclusión y la conciencia social.

Como muestra de la dimensión de la crisis, la siguiente tabla resume los datos más relevantes:

DetalleCifra o fecha
Tiendas a cerrar419
Tiendas ya cerradas180 (durante 2025)
Empleos afectados (global)Cientos (incluye 169 en ES)
Agujero financiero100 millones de euros
Renuncia de LucianoMayo 2024

Los analistas estiman que las consecuencias podrían ir más allá del sector textil, afectando a proveedores y a las zonas comerciales donde las tiendas funcionaban como polos de atracción.

Comparativa con casos como Zara y H&M y el futuro de Benetton

En apenas dos décadas, grandes cadenas de moda rápida como Zara y H&M revolucionaron la forma de producir y vender ropa, impulsando un modelo basado en colecciones continuas y precios competitivos. Benetton, en cambio, mantuvo un ritmo más pausado y enfocado en campañas de concienciación social, lo que funcionó durante los años noventa, pero quedó obsoleto en el contexto actual.

El desenlace podría emular el declive de otras marcas históricas que no lograron adaptarse y acabaron siendo vendidas o cerradas. Sin embargo, no se descarta que, si Benetton logra reajustar su identidad y recortar gastos, podría reinventarse a largo plazo.

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