Trabajar toda una vida para, finalmente, descansar en la jubilación es un sueño que muchos tienen. Sin embargo, para Cynthia Murray, una empleada de supermercado en Estados Unidos, esa meta sigue siendo inalcanzable. A sus 67 años, Murray se enfrenta a la cruda realidad de que, a pesar de haber trabajado durante más de 20 años en Walmart, no tiene suficientes ahorros para retirarse.
En un país con una de las economías más grandes del mundo, la situación de esta trabajadora revela las disparidades que existen entre los empleados de base y los altos ejecutivos. Y, lamentablemente, no es un caso aislado. Muchos empleados en situaciones similares luchan por llegar a fin de mes sin poder pensar en su futuro.
¿Por qué no puede jubilarse esta empleada?
A pesar de que la edad legal de jubilación en Estados Unidos es de 67 años, eso no significa que todos los trabajadores puedan retirarse a esa edad. En el caso de Cynthia Murray, su salario y la falta de prestaciones adecuadas no le permiten ahorrar lo suficiente para disfrutar de sus años dorados.
Cynthia gana 16,83 dólares por hora (aproximadamente 16 euros), una cifra que, a pesar de ser decente, no es suficiente para cubrir todos sus gastos, sobre todo el seguro médico, que en EE.UU. es una de las cargas más pesadas para los trabajadores. Aunque Walmart ofrece un plan de ahorro para la jubilación, llamado ‘401(k)’, el bajo salario de Murray ha dificultado su capacidad para contribuir a este fondo. “Con mi salario, no he podido ahorrar mucho para lo que deberían ser mis años dorados”, lamenta la trabajadora.
La dura realidad de los empleados de Walmart
La situación de Cynthia es solo una parte del problema mayor que afecta a muchos empleados de Walmart. Según datos oficiales de la compañía, el 46% de sus trabajadores no tiene ni un solo dólar ahorrado en sus cuentas 401(k), lo que refleja una grave desigualdad en comparación con los altos ejecutivos. De hecho, el director ejecutivo de Walmart, Doug McMillon, tiene más de 169 millones de dólares en su cuenta de jubilación, un dato que pone de relieve la diferencia abismal entre la clase trabajadora y la alta dirección.
La reflexión de Cynthia es clara: “No es justo que los directores ejecutivos tengan tantos ahorros mientras muchos de sus empleados tienen que posponer su jubilación”. Según ella, sin los trabajadores de base, las grandes empresas no funcionarían. “Sin trabajadores de primera línea, como mis compañeros de trabajo y yo, esos directores ejecutivos no obtendrían ganancias”, añade.
¿Qué propone Cynthia para mejorar la situación?
La empleada de Walmart no se queda de brazos cruzados ante esta desigualdad. A lo largo de la entrevista, Cynthia expone varias propuestas para mejorar la situación de los trabajadores, entre ellas:
- Aumentar los salarios.
- Garantizar al menos dos semanas de licencia pagada.
- Proveer prestaciones sanitarias asequibles.
- Crear un sistema tributario más justo que no favorezca siempre a las grandes fortunas.
- Eliminar las cuentas de jubilación ejecutivas libres de impuestos y destinar esos fondos a la Seguridad Social.
¿Qué significa realmente la jubilación para Cynthia Murray?
Cynthia no aspira a una vida de lujo. Después de años de trabajo duro, solo desea poder jubilarse y pasar tiempo con su familia, algo que ha tenido que posponer en muchas ocasiones debido a su trabajo. “No tengo grandes fantasías para mi jubilación: no navegar en yates ni alojarme en complejos turísticos de lujo. Lo que realmente me importa es mi familia”, declara.
A pesar de vivir en un país con una de las mayores economías del mundo, Cynthia Murray se pregunta: “En el país más rico del mundo, ¿no parece mucho pedir?” Una pregunta que resuena en muchas voces de trabajadores que, a pesar de haber dedicado sus vidas a las empresas, no pueden disfrutar de la jubilación que merecen.