Un anciano guarda monedas toda su vida en un jarrón y cuenta la cantidad exacta a los 91 años: esto es lo que logró ahorrar

Conservar monedas sueltas en un tarro puede parecer un gesto inofensivo, casi automático, como dejar las llaves siempre en el mismo cuenco nada más entrar en casa. Lo hacemos sin pensar: vaciamos los bolsillos, dejamos caer el metálico y seguimos con nuestro día.

Ahora imagínate repetir esa costumbre durante setenta años seguidos. Eso mismo hizo un estadounidense que hoy presume de 91 primaveras y un jarrón de cristal que ha pasado por más mudanzas que muchos de nosotros. El resultado, contado en voz alta por su nieto en Reddit, ha dejado a medio Internet con la boca abierta. Y es que nadie esperaba que el “pequeño” bote alcanzara la friolera de 2.052,76 dólares, unos 1.887 euros al cambio.

¿Cómo empezó la jarra de los centavos hace 70 años?

Todos hemos tenido una hucha improvisada: una lata de galletas, un bote de proteínas o, si eres de la vieja escuela, un cerdito de arcilla. En el caso de este abuelo, la elegida fue una jarra de cristal que empezó a llenarse allá por los años 50 cuando el café costaba unos pocos centavos y nadie hablaba de bizums.

A continuación, un vistazo a las monedas más llamativas que salieron del recipiente:

  • Un centavo de trigo de 1928.
  • 77 centavos de trigo acuñados entre 1928 y 1954.
  • Una moneda de diez centavos “Mercury” de 1942.
  • Dos monedas de diez centavos de plata de 1963 y 1964.

Ese pequeño tesoro numismático no se quedó solo: junto a las monedas también aparecieron algunos billetes y “objetos variados” que el nieto no llegó a detallar. Vamos, el clásico cajón desastre en versión metálica.

¿Cuánto valen realmente 2.052,76 dólares en monedas sueltas?

La cifra puede sonar modesta frente a los titulares de loterías millonarias, pero hablamos de calderilla: 152,5 libras de metal (aproximadamente 70 kilos) apiladas sin orden ni concierto. Traducido a euros, la colección asciende a 1.887 €, suficiente para un par de escapadas de fin de semana o para cambiar ese sofá que amenaza con jubilarse antes que su dueño.

Lo curioso es que, mientras muchos no aguantamos ni una temporada sin abrir la hucha, este hombre esperó siete décadas para contar el botín. Paciencia de santo… o tara de coleccionista, según se mire.

¿Qué truco usó la familia para vaciar 70 kilos sin herniarse?

El nieto relató la operación con la precisión de un parte de guerra doméstico: botella tumbada en el garaje, bloque de madera debajo y ligera inclinación hasta que el contenido deslizó a un cajón de plástico. Quince minutos después, el jarrón estaba tan vacío como la nevera la víspera de la compra.

La escena, además de práctica, reunió a la familia en una actividad poco habitual para un día lluvioso: pesaron el metal, clasificaron cada pieza y hasta se permitieron bromas sobre retirar las monedas anteriores a 1965 (las que no muestran cobre en el borde) por su mayor valor en plata. Nada mal para un pasatiempo intergeneracional.

¿Qué lecciones prácticas puedes aplicar a tu propio ahorro?

Guardar calderilla puede parecer un plan de hormiguita lenta, pero la historia demuestra que los pequeños gestos suman. Antes de lanzarte a romper tu cerdito de barro, revisa estos pasos sencillos:

Paso prácticoPor qué funciona
Guardar el cambio en un recipiente transparenteVer cómo sube el nivel motiva día a día
Clasificar las monedas una vez al añoEvita que el peso se convierta en problema y permite detectar piezas valiosas
Marcar un objetivo claro (por ejemplo, 120.000 € para la jubilación)Tener meta concreta da sentido al esfuerzo y complementa la pensión pública

Aunque no llegues a los 2.052,76 $, adoptar estos hábitos puede aligerar la carga cuando decidas jubilarte o simplemente afrontar un gasto imprevisto. Al fin y al cabo, como demostró este veterano ahorrador, la constancia es el interés compuesto de los que prefieren sonrisas a comisiones.

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