Un tesoro de más de 800.000 euros aparece enterrado bajo el suelo de la cocina tras una reforma

¿Alguna vez has soñado con encontrar un tesoro escondido? La suerte llegó para una pareja del Reino Unido que, al realizar reformas en su casa, desenterró algo mucho más valioso de lo que imaginaban. Mientras arreglaban el suelo de su cocina, hallaron una lata de metal oculta entre las tablas del piso. Al abrirla, descubrieron 260 monedas de oro, con un valor estimado superior a los 800.000 euros. Este asombroso hallazgo ocurrió en Ellerby, Yorkshire del Norte, en el verano de 2019, y cambió por completo la vida de esta pareja que vivía en la casa desde hacía diez años sin tener la menor idea del tesoro oculto bajo sus pies.

¿Qué fue lo que encontraron exactamente?

El descubrimiento consistió en una lata de metal con monedas de oro que datan entre 1610 y 1727. Tras la emoción inicial, la pareja se dirigió a un experto para asegurarse de la autenticidad y el valor de las monedas. Los especialistas confirmaron que se trataba de un tesoro legítimo y rastrearon su origen, vinculándolo con la familia Fernley-Maister, una adinerada familia de comerciantes de Hull, Reino Unido, conocida por su participación en el comercio báltico.

¿Cuánto valía realmente el tesoro?

El valor inicial de las monedas fue tasado en 231.390 dólares (aproximadamente 220.000 euros), pero la subasta en la que se vendió el tesoro superó todas las expectativas. El precio final alcanzó los 852.380 dólares, lo que equivale a unos 810.000 euros. Este hallazgo se convirtió en uno de los mayores descubrimientos arqueológicos en el Reino Unido, destacando no solo por el valor económico, sino también por su contexto histórico.

¿Por qué las monedas tienen un valor aún mayor?

La rareza de este hallazgo no se limitó solo a la cantidad de oro encontrada. Las monedas presentaban defectos de acuñación que las hacían aún más valiosas. Un ejemplo destacado fue una guinea de Carlos II que tenía un error de acuñación, con la palabra «CAROLVS» escrita como «CRAOLVS». Además, una guinea de Jorge I de 1720 carecía de la cabeza del rey, lo que la hacía aún más singular y codiciada por los coleccionistas.

Este hallazgo generó una enorme expectación a nivel global. La subasta atrajo la atención de coleccionistas de diferentes países, incluidos Estados Unidos, China, Japón y varios países europeos. La historia detrás de las monedas y su vínculo con la familia Fernley-Maister hicieron que este tesoro fuera considerado un objeto de interés histórico y cultural, además de económico.

En definitiva, lo que empezó como una reforma en casa se transformó en un hallazgo que dejará huella, tanto en la historia de Yorkshire como en el mundo de la numismática.

Deja un comentario