171 trabajadores a la calle por culpa de un ERE en Álava: Guardian Llodio “se va de rositas”

Se ha terminado el conflicto laboral en el que estaba inmersa la empresa Guardian Llodio. Tras la consulta realizada a los trabajadores, estos han decidido por mayoría aceptar las condiciones propuestas para poner en marcha el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que los dejará en la calle. De este modo, la multinacional evita el recurso judicial contra esta medida. El periodo de consultas del ERE había llegado a su fin sin alcanzar un acuerdo entre la dirección de la empresa y los sindicatos. Durante ese periodo, los trabajadores se habían mantenido al margen mientras el sindicato negociaba las condiciones del acuerdo. Sin embargo, gran parte de la plantilla reclamó que la oferta fuera sometida a votación, lo que finalmente acabó sucediendo. Esto ha llevado a su aprobación y supondrá la extinción de 171 contratos.

Los trabajadores ya pueden pasar a firmar sus despidos a cambio de una indemnización insúflente según el sindicato

A pesar de que la mayoría de los operarios votaron a favor, el proceso ha estado muy reñido, y el “sí” se ha impuesto al “no” por tan solo dos votos de diferencia. En cambio, en el caso de los puestos de mando y cargos intermedios, la aceptación de las condiciones impuestas por Guardia Llodio ha sido abrumadora. «Al terminar el periodo de consulta sin acuerdo, lo siguiente era emprender el camino judicial, ambas partes estábamos ya preparándolo, pero al acatar esta última propuesta, los sindicatos y nosotros como comité, a cambio de esa propuesta, tenemos que comprometernos a no judicializar nada de esto, y en consecuencia el conflicto termina». Así lo ha explicado Aitor Peral, delegado de LAB (Langile Abertzaleen Batzordeak) a los medios.

La empresa lleva poniéndose en contacto con los 171 trabajadores desde el viernes para citarlos en fecha y hora y que pasen a firmar sus despidos y puedan recoger sus cosas. La mayoría de ellos se irán a la calle de forma inmediata, mientras que unos pocos aún deberán seguir trabajando vaciando el almacén hasta el día 30. Respecto a las indemnizaciones que la empresa ha ofrecido, Peral opina que: «Los trabajadores que llevan más de 22 años en la fábrica se van perdiendo dinero«. «Desgraciadamente, la multinacional se va de rositas». También cree que las indemnizaciones que va a pagar la empresa no son nada en comparación con los millones de euros que han ganado desde enero vendiendo el cristal que había almacenado. «Cuando finalmente venda las tierras, sacará otra millonada», afirma.

El apagado del horno fue la “crónica de una muerte anunciada”

«La empresa sabía que el único activo que teníamos, la única forma que teníamos de presionar y de que esto no llegara al cierre era mantener ese horno vivo», explica Peral, delegado de LAB. “La empresa apagó el horno a finales de enero, en lo que el Gobierno vasco llamó un «apagado controlado» que supuestamente permitiría su encendido sin grandes dificultades”. Y continúa diciendo: «Primero se han encargado de apagar el horno y de inhabilitar la actividad de la planta y a partir de ahí han hecho un ERE argumentando esas causas que ellos mismos han generado, y lo han hecho con el beneplácito de las instituciones».
Al parecer, el Gobierno vasco se encuentra en plena búsqueda de inversores que estén interesados en reabrir la planta. Sin embargo, con el horno averiado y apagado, la cosa se complica. Ya que, según la empresa, volver a ponerlo en marcha tendría un coste aproximado de 90 millones de euros.

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