El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCLM) ha ratificado la declaración de incapacidad absoluta, derivada de enfermedad común, para una trabajadora del sector de la panadería de 37 años. La resolución le reconoce el derecho a una pensión vitalicia del 100% de su base reguladora, fijada en 1.138,28 euros mensuales.
La sentencia del alto tribunal regional respalda así la situación de una empleada pública cuya salud, marcada por una migraña crónica refractaria y otras dolencias asociadas, le impide desarrollar cualquier actividad laboral con unos mínimos de rendimiento.
El caso de la trabajadora de panadería con migraña crónica refractaria y fotofobia
La beneficiaria solicitó la prestación de incapacidad permanente alegando como diagnóstico principal una migraña crónica refractaria acompañada de fotofobia. A este cuadro se suma una condritis costal derecha de origen postraumático. Estas patologías dieron lugar a sucesivos y prolongados periodos de baja laboral, que según se expone en la resolución judicial reflejan la gravedad y persistencia de su situación médica.
Pese a ello, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) denegó en un primer momento la incapacidad. El organismo consideró que no existía un menoscabo orgánico o funcional con entidad suficiente como para justificar el reconocimiento de la pensión.
Del rechazo inicial del INSS al reconocimiento de la incapacidad permanente absoluta
Frente a esa decisión administrativa, la trabajadora interpuso recurso ante la jurisdicción social. En el procedimiento judicial acreditó que estaba siendo atendida de forma especializada por el Servicio de Neurología, así como el impacto severo de las frecuentes crisis de migraña que padecía.
El TSJCLM considera probado que la migraña es crónica y refractaria, es decir, resistente a los tratamientos preventivos disponibles. La resolución destaca que la dolencia se manifiesta mediante episodios de cefalea crónica diaria de muy alta intensidad, un elemento que resulta determinante para valorar su capacidad laboral.
Fundamentos del TSJ de Castilla-La Mancha para apreciar la incapacidad absoluta
Los magistrados subrayan la total incompatibilidad entre el estado de salud de la demandante y el desempeño de cualquier trabajo, incluso de carácter no físico. El Tribunal llega a afirmar que resulta “difícilmente imaginable” que la mujer pueda realizar una actividad profesional manteniendo los mínimos de concentración, dedicación y eficacia exigibles en un puesto de trabajo.
Sobre esta base, el TSJCLM confirma la incapacidad absoluta por enfermedad común y corrige la postura inicial de la entidad gestora, que había optado por no reconocer la pensión.
Posible recurso ante el Tribunal Supremo y consecuencias de la sentencia laboral
Pese a la contundencia del fallo, la resolución del TSJ de Castilla-La Mancha no es firme. La normativa permite que la Seguridad Social o la parte demandada interpongan recurso de casación ante el Tribunal Supremo, lo que abriría la puerta a una revisión final del caso.
En este contexto, la sentencia se sitúa como un ejemplo relevante de cómo un cuadro de migraña crónica refractaria, acompañado de dolor persistente e inhabilitante, puede llegar a justificar el reconocimiento de la incapacidad absoluta cuando impide, de facto, cualquier actividad profesional sostenida en el tiempo.







