Tarjeta de incapacidad permanente en 2025: cómo solicitarla y qué ventajas ofrece a quienes la reciben

Este documento acredita el grado de incapacidad y garantiza el acceso a prestaciones clave.

El certificado o tarjeta de incapacidad permanente es uno de los documentos más importantes para las personas que, debido a una enfermedad o lesión, no pueden desarrollar su profesión como antes. Este reconocimiento oficial de la Seguridad Social acredita el grado de incapacidad permanente y, por tanto, da acceso a una serie de beneficios económicos, laborales y sociales que pueden cambiar la vida de quien lo posee. ¿Te interesa saber más? A continuación, te contamos todo lo que necesitas conocer para conseguirla y aprovechar sus ventajas.

Quiénes pueden solicitar la tarjeta de incapacidad permanente y por qué resulta indispensable en 2025

La tarjeta de incapacidad permanente está dirigida a quienes ya han sido reconocidos por la Seguridad Social con un grado de incapacidad parcial, total, absoluta o gran invalidez. Para ello, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) realiza una evaluación médica y laboral, dictaminando el grado de limitación que sufre el trabajador.

De ahí que esta credencial sea esencial si se pretende ejercer los derechos que corresponden al grado concedido. Además, la normativa actual la considera prueba suficiente para acceder al mínimo del 33% de discapacidad en casos de incapacidad total, absoluta o gran invalidez, tal como establece la Ley 3/2023 de Empleo.

Beneficios económicos, fiscales y laborales

Contar con este documento habilita al beneficiario a diferentes ayudas y prestaciones. A continuación, se enumeran algunas de las más destacadas:

  • Pensión por incapacidad permanente. Según el grado concedido, la cuantía puede ser vitalicia (total, absoluta o gran invalidez) o a tanto alzado (parcial). La base reguladora y el porcentaje asignado marcan la cantidad final, existiendo una pensión máxima para 2025 de 3.267,60 euros mensuales (en 14 pagas).
  • Beneficios fiscales. Dependiendo de la Comunidad Autónoma, se pueden aplicar reducciones en el IRPF o rebajas en impuestos relacionados con vehículos. Por ejemplo, en ciertos casos se añade una exención de hasta 3.000 euros en el mínimo anual del IRPF.
  • Ayudas adicionales. La tarjeta puede ser imprescindible para solicitar prestaciones sociales, descuentos en servicios básicos o subvenciones por dependencia, siempre que se cumplan los requisitos específicos de cada ayuda.
  • Ventajas laborales. La incapacidad permanente acreditada puede ayudar a obtener un puesto de trabajo adaptado o a conservar el actual con las adaptaciones oportunas. Esto resulta especialmente útil en sectores en los que se requiere una demostración oficial del grado de limitación.
  • Descuentos en transporte y ocio. Muchas administraciones regionales ofrecen abonos de transporte reducidos o ventajas en actividades culturales a quienes presenten esta tarjeta.

Tabla con importes máximos y mínimos de la pensión por incapacidad en 2025

A continuación, se muestra una tabla resumen con los límites más relevantes que establece la Seguridad Social para este 2025:

Tipo de pensiónCuantía mensual (14 pagas)Cuantía anual total
Pensión máxima3.267,60 €45.746,40 €
Pensión mínima (según grado)Varía según base reguladoraSe multiplica por 14 pagas

Como puede apreciarse, la máxima asciende hasta 3.267,60 euros mensuales, lo que supone 45.746,40 euros al año. Estas cifras, sin embargo, pueden variar en función de revisiones futuras o cambios legislativos.

Cómo solicitar la tarjeta de incapacidad permanente de manera presencial o por internet en la Seguridad Social

Para solicitar esta credencial, primero es necesario contar con la resolución oficial del INSS que reconozca la incapacidad. Una vez se dispone de ella, el siguiente paso es iniciar los trámites. ¿Cómo hacerlo? Hay tres vías principales:

  1. Solicitud online. Accediendo a la Sede Electrónica de la Seguridad Social con certificado digital o Cl@ve. Se rellena el formulario y se adjuntan los documentos requeridos.
  2. Solicitud por correo postal. Enviando la solicitud y la documentación (copia del DNI o NIE, reconocimiento de la incapacidad y formulario de petición) a las oficinas designadas.
  3. Solicitud presencial. Concertando cita previa con la Seguridad Social y presentando toda la documentación en la oficina correspondiente.

En todos los casos, es fundamental acreditar la identidad y el grado de incapacidad para que la Administración expida la tarjeta. No hay que olvidar que la posesión de esta credencial no solo agiliza la obtención de beneficios, sino que también puede simplificar gestiones futuras, por ejemplo, la justificación de la situación laboral ante organismos públicos.

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