En la comarca de El Burgo de Osma, dentro de la finca de Barcebalejo, la Guardia Civil encontró el grueso del botín. Los investigadores creen que el detenido llevaba años saqueando enclaves protegidos y colocando el material en anticuarios. Todo lo recuperado se entregó al Museo Numantino para su catalogación y conservación.
No es un caso aislado. Con esta ya son cuatro las operaciones contra el patrimonio histórico que la Benemérita ha llevado a cabo en la provincia, tres de ellas solo en el año 2022. El yacimiento de Barahona, declarado Bien de Interés Cultural desde 1991 por ser una necrópolis de la Segunda Edad del Hierro, figura entre los más castigados. Antes de continuar, conviene repasar los hitos principales de la investigación para entender su alcance.
Fecha | Actuación principal | Resultado destacado |
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Septiembre (2022) | Primera detención en “Los Villares” | Recuperación de piezas iniciales |
Meses posteriores | Vigilancia reforzada en “La Dehesa” | Detección de hoyos y prospecciones |
Un jueves de 2023 | Detención in fraganti | 15 piezas intervenidas en el acto |
Registro en Barcebalejo | Incautación masiva | +1.000 artefactos históricos |
La tabla resume cómo la investigación fue ganando fuerza hasta la operación final, que culminó con la mayor incautación de patrimonio en la zona.
Qué consecuencias penales enfrenta el detenido y por qué la protección del patrimonio es clave para la provincia
- Delitos imputados: expolio reiterado y tráfico de bienes culturales.
- Piezas afectadas: material celtíbero, romano y medieval, todas de titularidad pública.
- Próximos pasos judiciales: puesta a disposición del juzgado competente y posible ampliación de cargos por los antecedentes.
De ahí que la intervención haya sido aplaudida por especialistas y vecinos: cada objeto recuperado es una parte de la historia colectiva que se creía perdida.
¿Y ahora qué? El caso reabre el debate sobre la seguridad en enclaves arqueológicos de acceso abierto. Las autoridades recuerdan que está prohibido excavar sin autorización y usar detectores de metales en áreas protegidas. Además, inciden en la importancia de denunciar movimientos sospechosos para evitar que el expolio siga deteriorando un legado que pertenece a todos.