Europa hace historia con la construcción del túnel submarino más largo y más profundo jamás construido por el ser humano

Salir de casa con el depósito lleno solo para pasarte medio día enlazando ferris puede amargar la excursión más pintoresca. Si alguna vez has conducido por la E39, sabrás que esos siete cruces en barco son la prueba de fuego para la paciencia de cualquiera. Pues bien, los noruegos han decidido cortar por lo sano: excavan 26,5 kilómetros bajo el mar para que de Trondheim a Kristiansand ya no se haga eterno. Imagínate recorrer ese tramo sin avisos de “servicio suspendido por mal tiempo” justo cuando sopla el viento ártico. Y lo mejor: en 2033, según prometen, el viaje completo se acortará de 21 a apenas 10 horas.

¿Qué cambiará realmente con Rogfast?

La E39 suma 1.090 kilómetros de asfalto salpicados por fiordos que obligan a embarcar el coche siete veces. Ahí entra en juego el nuevo túnel, que unirá Randaberg y Bokn salvando 26 kilómetros de agua y bajando hasta 400 metros de profundidad.

  • Longitud exacta: 26,5 km
  • Profundidad máxima: 400 m
  • Número de carriles: 4 (dos por sentido)
  • Tiempo de recorrido: 35 minutos
  • Ahorro total de viaje: 11 horas
  • Fin de obra previsto: 2033

Terminarlo no solo eliminará el viacrucis de los ferris; también garantizará un trayecto estable en pleno invierno, cuando el mal tiempo suele mandar los barcos a puerto y los nervios de los conductores al límite.

Lo que pagarás y quién pone el dinero

Cavar bajo el lecho marino no sale barato: el presupuesto oficial asciende a 1.900 millones de euros. De esa cifra, el 40 % lo cubre el Gobierno de Noruega; el 60 % restante llegará del peaje que pagarán los usuarios: 30 libras por pasada. Puede que suene a sablazo, pero echa cuentas: once horas menos al volante y cero esperas para embarcar suponen un buen ahorro en combustible, cafés de área de servicio y paciencia. Y sí, con sus cuatro carriles, Rogfast presumirá de ser el túnel de carretera más largo y profundo del planeta.

Cómo aprovechar el túnel sin sorpresas

En primer lugar, marca 2033 en rojo en tu calendario viajero: ese es el año en que las autoridades prevén cortar la cinta. A partir de entonces bastará con incorporarte en Randaberg, abonar las 30 libras y deslizarte 35 minutos hasta Bokn sin ver la luz del sol. En segundo lugar, recuerda que el peaje se destina a sufragar la obra, así que conviene llevar medio planificado el presupuesto del viaje. Por último, si vas en invierno, olvida el parte marítimo: el túnel esquiva de una vez por todas la lotería de los fiordos y sus tormentas.

Por consiguiente, Rogfast no solo recorta distancias; también simplifica la logística de turistas y transportistas, mejora la seguridad y convierte a Noruega en referente de la ingeniería subacuática. De hecho, su intersección a 400 metros de profundidad será la más honda jamás abierta al tráfico regular. Así que, cuando llegue el día, tal vez merezca la pena pagar ese peaje y presumir de haber cruzado el túnel récord antes que nadie.

Deja un comentario