Elena, madre de 13 hijos a los 50 años, revela cómo gestiona un gasto de 12.000 euros mensuales: «La fe me salvó»

Seguro que alguna vez has sentido que la lavadora no descansa, ¿verdad? Ahora imagina que, en lugar de una colada diaria, necesitas al menos cuatro. Añade 9 litros de leche cada jornada, dos paquetes grandes de pan de molde y un trasiego constante de fiambreras deportivas. Así vive Elena Del Cerro, madrileña de 50 años y madre de nada menos que 13 hijos. El mayor ha cumplido 32 años; el pequeño, apenas 8. Y, por si fuera poco, la cuenta del súper ronda los 300 euros semanales.

¿Cómo es el día a día con 13 hijos?

Elena se apoya en la organización militar (sin silbato, pero con calendario) para que la casa no naufrague entre calcetines y mochilas. De ahí que Teresa, con 12 años, coordine a los benjamines mientras el resto pasa lista alrededor de la mesa en la cena, momento sagrado que nadie osa saltarse.

A modo de fotografía rápida, estos son los consumos y rutinas imprescindibles que mantienen a flote la convivencia:

  • Lavadoras: 2 ciclos diarios (hubo rachas de 4).
  • Leche: 9 litros cada 24 horas.
  • Pan de molde: 2 paquetes grandes al día.
  • Compra semanal: entre 280 y 300 euros, sin escapatoria.

Aunque pueda parecer un maratón, Elena sostiene que el truco está en “la organización y poquito más”.

¿Cuánto cuesta realmente una familia numerosa?

Si la tarjeta tembló con la lista anterior, agárrate: el presupuesto mensual escala hasta los 12.000 euros cuando se suman alquiler, colegios y demás gastos. “Me gasto entre 280 y 300 euros semanales”, detalla la propia Elena, que trabaja como autónoma mientras su marido dirige su propia empresa. Por consiguiente, los ahorros brillan por su ausencia: viven al día y sin lujos estratosféricos… salvo la legión de zapatillas deportivas que exigen proteínas por doquier.

Además, los mayores siguen dietas atléticas que disparan el consumo de pollo y claras de huevo. De hecho, ellos mismos autofinancian parte de su alimentación para no romper por completo la hucha familiar.

Vacaciones con tres coches: así se mueve la tribu en verano

Cuando llega julio, la logística da un salto mortal. Elena confiesa que “en verano nos vamos de vacaciones en tres vehículos porque algunos hijos tienen que volver antes por trabajo”. Durante el resto del año se apañan con dos coches: uno convencional y otro con más plazas de las habituales, ideal para excursiones relámpago a última hora.

Por otro lado, cada desplazamiento requiere cuadrar horarios de prácticas deportivas, universidades y cumpleaños, lo que convierte el grupo de WhatsApp familiar en una auténtica centralita.

De España a Australia (y vuelta) para capear la crisis

La recesión de 2008 empujó a la familia a cruzar medio planeta. Elena, que posee nacionalidad australiana, aprovechó ese vínculo para trasladarse a Oceanía: cinco de sus hijos nacieron allí. No obstante, el retorno a España llegó en cuanto la economía doméstica permitió pisar el freno y rehacer vida cerca de los abuelos.

Ese paréntesis australiano fortaleció la autosuficiencia del clan, pues aprender a moverse sin red a 17.000 kilómetros de casa curtió a mayores y pequeños a partes iguales.

El golpe más duro: la muerte súbita de Beltrán

No todo son números y camisetas. El quinto hijo, Beltrán, falleció con solo seis meses por muerte súbita. Elena recuerda que el vacío “te duele literalmente el corazón” y que solo la fe (compartida con su marido) y los demás hijos le permitieron seguir. Apenas un mes después quedó embarazada de nuevo: la familia decidió abrirse “a lo que Dios diga y lo que nos traiga”.

A día de hoy son 11 los hijos que aún viven bajo el mismo techo; el mayor ya se ha independizado, pero la silla de Beltrán sigue presente en la memoria compartida.

Qué hacer si tu familia empieza a multiplicarse

En primer lugar, acepta que la organización no es opcional: un calendario visible y tareas rotativas evitan que el caos se apodere del pasillo. Además, conviene fijar un “momento sagrado” (la cena, en su caso) para que todos hablen y se escuchen de verdad. Por otro lado, reserva un fondo mensual para imprevistos sanitarios o escolares, aunque sea pequeño; vivir al día no significa ignorar los sustos.

No obstante, la lección más repetida por Elena es clara: suma a los hijos en la gestión del hogar desde pequeños. Esto quiere decir que poner la lavadora, preparar bocadillos o coordinar fiambreras no es solo cosa de adultos. En consecuencia, la carga se reparte y la tribu entera aprende que, con 13 hermanos, cada gesto cuenta.

Deja un comentario