Un informe de Eurofund con datos de Eurostat sitúa a España entre los pocos países de la UE donde el gasto social es regresivo. Incluso excluyendo las jubilaciones, los hogares con menos renta reciben menos apoyos que los de renta media y alta.
España presenta un patrón atípico en la Unión Europea: las transferencias monetarias benefician más a los hogares con mayor renta. El 20% más rico recibe más dinero público que el 20% más pobre. ¿Cómo es posible?
Por qué España aparece como un caso regresivo en gasto social europeo
El informe Evolución de la desigualdad de ingresos y de la clase media en la UE concluye que el gasto social español es más regresivo que el de la mayoría de Estados miembros. La clave está en el peso de las prestaciones contributivas, ligadas a cotizaciones y carreras laborales estables.
Las pensiones contributivas concentran la mayor parte del gasto y favorecen a quienes han tenido empleos estables y mejor remunerados. De ahí que los hogares con mayores ingresos reciban pensiones superiores, mientras que trayectorias precarias o con inactividad queden relegadas a importes más bajos o no contributivos limitados.
Antes de entrar al detalle, este cuadro resume las piezas principales del reparto, según el documento:
Tipo de prestación o transferencia | Rasgo principal señalado | Efecto en desigualdad según el informe |
---|---|---|
Pensiones contributivas | Concentran la mayor parte del gasto y dependen de cotizaciones | Favorecen carreras estables y mejor remuneradas; sostienen la regresividad |
Prestaciones no contributivas e IMV, ayudas familiares y subsidios | Alcance más limitado, importes reducidos y requisitos de acceso estrictos | No compensan la ventaja de hogares de ingresos altos |
Transferencias monetarias sin pensiones | Análisis que excluye jubilaciones | La regresividad se atenúa, pero persiste; menor reducción del índice de Gini |
En consecuencia, las transferencias reducen la desigualdad en menor medida que la media comunitaria. Dicho en plata: no corrigen lo suficiente la distancia entre ricos y pobres.
Qué ayudas reciben más los hogares ricos y por qué sucede esto
Las prestaciones ligadas a cotizaciones previas pagan más cuanto más alta y estable ha sido la carrera laboral. En un mercado con temporalidad y salarios bajos, muchos hogares de menor renta acumulan menos cotizaciones y acceden a importes inferiores o a prestaciones no contributivas más modestas.
Prestaciones como el desempleo, las ayudas familiares o el Ingreso Mínimo Vital podrían reducir la desigualdad, pero sus importes son más bajos que las contributivas, tienen requisitos más estrictos o un alcance limitado. ¿Resultado? No compensan la ventaja del quintil alto.
Cómo cambia el análisis al excluir pensiones y qué sigue fallando
Excluir las pensiones del análisis atenúa la regresividad, pero no la elimina. Las familias con menos recursos siguen recibiendo menos apoyos que la mayoría. Además, el impacto sobre el índice de Gini es más limitado que en la media de la UE.
El informe apunta causas estructurales que ayudan a entenderlo:
- Alta rotación y temporalidad que dificultan acumular cotizaciones.
Trasladado al día a día, esto significa que quienes encadenan contratos precarios quedan atrapados en prestaciones de menor cuantía o fuera de las no contributivas por los requisitos de acceso.
Qué cambios se plantean y qué retos quedan pendientes en España
Organismos internacionales recomiendan reforzar la progresividad: ampliar la cobertura y cuantía de las no contributivas, flexibilizar el IMV y revisar el diseño de las contributivas para proteger trayectorias inestables. También se señala que las empresas que solicitan ayudas públicas son menos productivas y dedican más tiempo a buscarlas. Ojo con esto, porque condiciona la eficacia del gasto.
El reto es considerable: el envejecimiento y el peso de las pensiones obligan a equilibrar sostenibilidad y redistribución. Además, el informe cubre 2006–2021; la reforma laboral que limitó los contratos temporales entró en vigor en 2022, por lo que no está recogida. ¿Por dónde empezar? Por un rediseño que ponga a los hogares con menos renta en el centro.