La desigualdad laboral se traslada a la jubilación con una brecha de género en las pensiones: ellas cobran un 30% menos y se jubilan diez meses más tarde

El Barómetro de las Pensiones del Instituto Santalucía, con datos actualizados a abril de 2025, confirma una brecha del 30,4% en la pensión media: 1.196,5 euros para las mujeres frente a 1.719 euros para los hombres. Entre las nuevas altas, la diferencia baja al 17,5%.

Las mujeres parten de salarios más bajos por mayor parcialidad, temporalidad, más paro y jornadas reducidas para cuidar. Por eso llegan a la jubilación con prestaciones inferiores y, de hecho, se jubilan 10 meses más tarde para intentar mejorar su cuantía. El SMI actual es de 1.184 euros, apenas por debajo de la pensión media femenina.

Qué explica la brecha de género en las pensiones y su evolución reciente en España

Según el Instituto Santalucía, “aún están lejos de alcanzar una situación de igualdad porque la raíz del problema está en las diferencias de género que todavía existen en el mercado laboral que, con el tiempo, acaban trasladándose a las pensiones”. No es poca cosa: la brecha media en las pensiones en vigor ha bajado del 39,10% en 2005 al 30,40% actual, y en nuevas jubilaciones cae al 17,5% (desde el 53,10% en 2005).

Detrás está la mayor incorporación de la mujer al empleo, la menor brecha salarial (15,7% en 2023, según el INE) y medidas correctoras como la integración de lagunas, el complemento a mínimos o el complemento por brecha de género.

A continuación, las cifras más relevantes del informe:

IndicadorDato
Pensión media hombres1.719 €
Pensión media mujeres1.196,5 €
Brecha pensión media (todas)30,40%
Brecha nuevas altas jubilación17,5%
SMI vigente1.184 €
Mujeres se jubilan más tarde10 meses
Tasa actividad femenina (2025)73,2%
Mujeres afiliadas a la Seguridad Social10,1 millones

En conjunto, el Instituto habla de “una clara tendencia a la convergencia”, aunque todavía insuficiente para cerrar la diferencia.

Cómo y por qué las mujeres retrasan la jubilación para mejorar su prestación

¿Por qué ocurre esto en España y no en la mayoría de la UE? Eurostat (2023) señala que lo habitual es que los hombres se jubilen más tarde; solo Italia (1 año) y Chipre (0,9 años) presentan una diferencia mayor que España. Aquí, muchas mujeres encadenan carreras más cortas e irregulares por cuidados y encuentran más dificultades para cumplir los requisitos de la jubilación anticipada. En 2023 se tramitaron 46.023 excedencias para cuidados, el 84,4% de mujeres.

Medidas correctoras y qué falta para cerrar definitivamente la brecha

La participación laboral femenina ha crecido 12 puntos desde 2006, hasta el 73,2%, y hay 2,5 millones más de afiliadas, aunque aún por cada 100 hombres afiliados solo hay 90 mujeres. El 17,6% de las pensionistas cobra más de una pensión, frente al 3,5% de los hombres, por lo general combinando jubilación y viudedad. “Esta diferencia responde tanto a la mayor esperanza de vida femenina como a la creciente presencia de mujeres con derecho a una pensión contributiva propia”.

Antes, conviene fijarse en qué factores trasladan la desigualdad laboral al sistema de pensiones:

  • Inactividad o cotización inferior a 15 años que impide la contributiva, quedando en viudedad o no contributiva (el 72% de beneficiarios son mujeres).
  • Entre quienes sí acceden a contributiva, bases de cotización más bajas y carreras más cortas por maternidad y cuidados.
  • Mayor presencia en contratos precarios: 56% del empleo temporal y 75% del parcial es femenino.
  • Discriminación salarial por el mismo trabajo y segregación ocupacional hacia sectores peor pagados.
  • Más obstáculos para cumplir los requisitos de la jubilación anticipada.

En consecuencia, cerrar la brecha salarial y equilibrar los cuidados es clave para la igualdad en pensiones. Y ojo: el avance es real, pero aún insuficiente. Como resume José Manuel Jiménez Rodríguez, director del Instituto Santalucía: “Aunque los datos muestran que las mujeres han avanzado en el acceso y la cuantía de las pensiones de jubilación, la situación de desventaja es todavía una realidad. El origen de este problema se encuentra en las importantes diferencias de género que tradicionalmente han existido en el mercado laboral y que todavía continúan a pesar de los avances logrados en las últimas décadas”.

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