Cómo faltar hasta cuatro días al trabajo por fuerza mayor en 2025 y mantener tu nómina intacta: así es este permiso laboral

La nueva licencia urgente permite a cualquier empleado faltar hasta cuatro días al año o su equivalente en horas, cuando una emergencia familiar lo exija. No hay preaviso y la nómina permanece intacta.

Con 2025 a la vuelta de la esquina, el permiso retribuido de cuatro días por causa de fuerza mayor se perfila como la gran herramienta de conciliación para miles de trabajadores en España. La medida, incorporada al Estatuto de los Trabajadores, autoriza ausentarse del puesto de forma inmediata ante accidentes o enfermedades de familiares convivientes, sin perder salario ni tener que recuperar las horas.

Quién puede pedir el permiso de cuatro días por causa de fuerza mayor en 2025 y por qué es tan relevante

El derecho lo ostenta toda persona trabajadora, sea del sector público o privado, con contrato en vigor. ¿Por qué tanta importancia? Porque cubre situaciones inesperadas que afectan a familiares o convivientes: un accidente doméstico, la caída del niño en el colegio o la hospitalización repentina de un progenitor. En estos casos la presencia del empleado resulta indispensable y la ley blinda su ausencia remunerada.

Para el Tribunal Supremo, «La fuerza mayor se constituye por aquellos hechos que, aun siendo previsibles, sean sin embargo inevitables, insuperables e irresistibles…». Otra sentencia añade que «dimana de sucesos imprevistos e inevitables que rebasan los tenidos en cuenta en el curso normal de la vida». En otras palabras, la urgencia debe escapar por completo a tu control y exigir actuación inmediata.

A diferencia de otras licencias, la empresa no puede denegarla ni exigir justificante previo: basta con comunicar la causa y aportarlo después. De ahí que muchos lo describan como un auténtico salvavidas para equilibrar vida laboral y personal sin trámites eternos.

Calendario de entrada en vigor y relación con otras reformas laborales que llegarán el próximo año

La norma empezó a aplicarse en 2024, pero será 2025 cuando se consolide junto a la reducción de jornada a 37,5 horas y la futura Ley de Familias. Esta serie de cambios, impulsada por el Gobierno, persigue una meta clara: más tiempo para cuidar y menos burocracia para pedirlo.

Si el trámite parlamentario de la jornada culmina, 2026 arrancará con horarios más cortos; mientras tanto, el permiso de cuatro días ya es una realidad que no exige esperar a enero. Por tanto, las plantillas pueden acogerse desde hoy mismo.

¿Te preguntas cómo se pide? El procedimiento es tan sencillo que cabe en tres pasos y ninguno implica largas colas.

  • Comunicar al responsable directo lo antes posible describiendo la urgencia.
  • Aportar justificante médico o parte de accidente en los días posteriores, si la empresa lo solicita.
  • Registrar las horas disfrutadas para no superar el máximo de cuatro días laborales anuales.

Tal y como recuerda el sindicato USO, «una persona trabajadora puede, por lo tanto, disfrutar dos horas un día; seis horas otro, y así hasta sumar cuatro días laborables en su totalidad». Flexibilidad total para adaptarlo al horario real.

Diferencias clave entre el permiso de cuatro días y el permiso laboral tradicional de cinco días regulado

Comparar ambas figuras evita malentendidos. El permiso de cinco días cubre enfermedades graves u hospitalizaciones y, aunque también es retribuido, requiere acreditar la gravedad y suele planificarse con más margen. El de cuatro días, en cambio, se activa solo ante urgencia imprevista.

AspectoPermiso 4 días (fuerza mayor)Permiso 5 días (enfermedad grave)
CausaUrgencia familiar inevitableEnfermedad grave o intervención
PreavisoNo es necesarioGeneralmente sí
DuraciónHasta 4 días o en horas5 días completos
DocumentaciónJustificante después del hechoInforme médico al solicitar
Recuperación de tiempoNo se recuperaNo se recupera

Como ves, la diferencia esencial radica en la inmediatez: el permiso de fuerza mayor se concede al instante y sin formalidades amplias. Esa rapidez marca la preferencia cuando cada minuto cuenta.

Ejemplos que ilustran cuándo activar esta ausencia urgente sin preaviso ni recuperación del tiempo trabajado

Imagina que tu hija sufre un esguince jugando al baloncesto y el colegio pide que la recojas para ir a urgencias. O que de madrugada tu padre diabético se descompensa y necesita tu ayuda inmediata. En ambos supuestos, la ley encaja dentro de los «hechos imprevistos e inevitables» ya mencionados.

Recuerda, eso sí, no abusar del derecho: la causa debe ser independiente de tu voluntad y realmente irresistible. Si el episodio puede preverse o aplazarse, quizá corresponda otra licencia distinta. En un abrir y cerrar de ojos tendrás claro cuándo usar este permiso y cuándo optar por alternativas.

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