¿Cómo te definirías?, ¿eres una de esas personas que llegan tarde hasta a su boda?, ¿o, por el contrario, necesitas llegar siempre al menos 5 minutos antes a todas partes, aunque eso signifique esperar a que lleguen los demás? La puntualidad es una virtud o un defecto inherente del ser humano desde tiempo inmemoriales que en ciertas situaciones puede favorecernos o perjudicarnos.
Por ejemplo, en todas las empresas está la típica persona que cuando llegas, él o ella ya está en la puerta esperando desde hace un buen rato, al igual que está la típica persona que siempre llega tarde con alguna excusa. Hoy nos centraremos en el primer tipo y desvelaremos que esconde tal conducta. ¿Qué impulsa a esa persona a llegar incluso mucho antes que el jefe/a? El psicólogo Oliver Burkman arroja un poco de luz sobre este tema y sus posibles causas según la psicología.
¿Qué impulsa a una persona a llegar siempre pronto a todas partes según este psicólogo?
Podríamos pensar que las personas que sistemáticamente llegan temprano a su puesto de trabajo lo hacen porque son más responsables que el resto, o quizás sea porque tienen menos cosas que hacer y disponen de más tiempo libre. Pero la respuesta es mucho más compleja que todo eso. Según la psicología, la causa es el autocontrol y una percepción del tiempo más precisa. Estas cualidades les permiten anteponerse a cualquier incidencia no prevista que pudiera surgir, o lo que nosotros llamaríamos, ponerse la venda antes de la herida.
Oliver Burkman, escritor, periodista y psicólogo británico, nominado al Premio Orwell en 2006 y nombrado Joven Periodista del Año por The Foreing Press Association, señala que estas personas tienen una necesidad patológica de proyectar en sus cabezas cualquier posible escenario que pudiera hacerles llegar tarde a su puesto de trabajo, lo que acabaría por ocasionarles problemas con jefes y compañeros. Esta conducta no solo deja ver la capacidad de planificación de estas personas, sino la facultad de no dejar nada para después o para última hora. Comportamiento altamente arraigado en nuestro país.
La puntualidad extrema puede acarrear pequeños trastornos mentales según la psicología
Sin embargo, una puntualidad extrema puede esconder un pequeño trastorno mental. Oliver Burkman advierte que la necesidad de llegar pronto al trabajo puede estar vinculada a una pequeña falta de autoestima. Y es que la gente que sufre esta patología sienten el impulso de agradar de forma constante al prójimo por miedo a que les den de lado o a que los puedan despedir. Además, la autoexigencia de que todo tiene que salir perfecto puede afluir en una sensación de ansiedad constante o frustración en el caso de que algo se salga del plan establecido.
El debate queda abierto. Mientras que las personas que siempre llegan pronto al trabajo evidencian un gran autocontrol y habilidades de planificación, los que se encuentran en la otra orilla y tienden a llegar siempre tarde tienen sus propios problemas, aunque de eso hablaremos en otro momento. Si te interesa este tipo de noticias, no dejes de visitar nuestro portal digital, donde podrás encontrar curiosidades relacionadas con el mundo laboral y mucho más.