El secreto mejor guardado de los madrileños: la playa tranquila, menos masificada y salvaje para los que quieren huir del calor en solo 370 kilómetros

Sales de casa, das dos pasos y el asfalto chisporrotea como una sartén olvidada al fuego. Cuando Madrid roza (o supera) los 35 °C, el cerebro pide a gritos agua salada y brisa marina. La piscina del barrio apaña el antojo un rato, pero todos sabemos que no es lo mismo. Entonces llega el momento de sacar el mapa mental, calcular kilómetros y preguntarse: “¿Hasta dónde tengo que conducir para clavar la sombrilla?”.

Sorpresa: la respuesta no está ni en Galicia ni en Andalucía, sino a solo 370 km en línea casi recta. En poco más de tres horas te plantas delante del Mediterráneo y, para colmo, sin pagar peaje. Te lo contamos con datos y truquitos de madrileño práctico.

¿Dónde está la playa más cercana a Madrid?

Valencia es, año tras año, la escapatoria costera preferida de la capital, y El Saler es la joya menos masificada del lote. Situada a 370 km de la Puerta del Sol, eso son 3 h 15 min si respetas los 120 km/h, esta playa de dunas naturales ofrece la dosis justa de tranquilidad que no encontrarás en la archiconocida Malvarrosa.

  • Distancia exacta Madrid-El Saler: 370 km (A-3 + V-31)
  • Tiempo medio de viaje: 3 h 15 min
  • Peaje: 0 € (la AP-7 es gratuita desde enero de 2020)
  • Aparcamiento recomendado: parking municipal junto al puesto de socorrismo, 2 € al día

Mientras la mayoría de valencianos se agolpa en Pinedo o Malvarrosa, los madrileños que van de “listos” eligen El Saler para extender la toalla sin peleas. De hecho, su arena fina y el agua más clara que en otras playas de la costa levantina la convierten en un pequeño paraíso donde refrescar las ideas (y el móvil, que también se recalienta).

Cómo organizar la escapada para exprimir cada minuto

En primer lugar, sal temprano; a las 7:00 h la A-3 todavía está medio vacía y llegarás a tiempo para un primer baño antes de que el sol se ponga seriamente farruco. Por otro lado, lleva efectivo para el aparcamiento y reserva mesa si piensas quedarte a comer paella cerca del puerto de Valencia: los sábados a mediodía aquello parece la cola de un concierto.

Posteriormente, no te olvides de la crema solar (factor 50, no seas valiente) y de una neverita con agua fría; los chiringuitos son cómodos, sí, pero el refresco a 3,50 € duele más que el atasco de vuelta. Además, si quieres rematar la jornada, da un salto de 10 minutos en coche hasta el Parque Natural de la Albufera: paseo en barca a última hora y atardecer de postal asegurado.

Actividades extra: Albufera, paella y atardeceres de postal

La cercanía con la Albufera (apenas 5 km) te permite combinar playa y naturaleza sin cambiar de provincia ni de playlist. Allí podrás contratar un paseo en barca por unos 6 € y ver cómo el sol se esconde entre campos de arroz, un plan que deja en evidencia a cualquier filtro de Instagram.

Finalmente, si te sobra tiempo antes de volver a la “jungla” madrileña, acércate al centro de Valencia (15 min por la V-31) y date un homenaje: horchata en el barrio de Ruzafa y, por qué no, una visita rápida a la Ciudad de las Artes. Así la escapada cunde doble y vuelves con anécdotas, no solo con arena en el maletero.

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