Todos hemos aceptado alguna vez un “trabajo temporal” pensando que duraría un suspiro. A Walter Orthmann le pasó con 15 años; el suspiro se convirtió en 84 años y nueve días en la misma empresa. A sus 100 años, su trayectoria ha sido reconocida por el Libro Guiness de los Récords. Empezó en 1938 en Industrias Renaux, en Brusque (al norte de Brasil), un polo pionero de la industria textil. Lo que parecía un comienzo de adolescente derivó en el récord mundial de la carrera más larga en una misma compañía. Y no por casualidad: constancia, adaptación y un carácter que su empresa, hoy RenauxView, nunca quiso perder.
¿Quién es Walter Orthmann y qué récord ha logrado?
El caso es sencillo de contar y difícil de igualar: con 100 años, Walter Orthmann suma 84 años y nueve días trabajando en la misma compañía. Ese compromiso ha quedado sellado por el Libro Guiness de los Récords, que reconoce su carrera como la más larga en una sola empresa.
Lo que arrancó en 1938 con un empleo juvenil en Brusque acabó como récord mundial, forjado dentro de una misma organización que ha cambiado de nombre y época, pero no de opinión sobre él.
¿Cómo pasó de un empleo juvenil a ser el pilar de la compañía?
Orthmann comenzó en el sector marítimo de la empresa. Su agudeza mental y su fluidez en alemán, idioma común en la región, le permitieron ascender con rapidez hasta el área de ventas, donde cerró acuerdos con clientes clave para la firma.
Con el paso de las décadas, se hizo fuerte en lo que más cuesta: adaptarse. Sus compañeros le definen como “un mentor”, alguien que lideraba “en silencio”, escuchando primero y dando ejemplo. En su centenario, destacaron que ha sabido pasar de los libros de contabilidad a las cadenas de suministro globales y al software empresarial. Por eso, pese a la renovación de la compañía, nunca pensaron en deshacerse de él.
¿Qué dicen las reglas de jubilación en Brasil y por qué pudo seguir trabajando?
Las leyes brasileñas ayudan a entender su larguísima etapa laboral. El sistema público de pensiones fija edades mínimas (65 años para hombres y 62 para mujeres) con requisitos de cotización, es decir, el tiempo de aportaciones necesario para cobrar la pensión. Ahora bien, en el sector privado, cobrar la pensión no obliga automáticamente a dejar el trabajo; la burocracia no manda tanto como para echarte de la oficina el mismo día que cumples años.
En el sector público, en cambio, la jubilación obligatoria llega a los 75 años. Esto deja claro que los límites de edad automáticos se aplican a funciones públicas concretas, no a la empresa privada.
¿Qué puedes aplicar tú de su fórmula para una carrera larga?
Orthmann lo resume sin rodeos: su secreto es “mantener la curiosidad, seguir aprendiendo y hacer realmente lo que te gusta”. Dicho de otra forma, una mezcla de actitud y hábitos sostenidos en el tiempo. Su constancia y esa forma de estar al día explican por qué su empresa, ahora RenauxView, valorizó siempre su papel. Cuando uno sigue aprendiendo y disfruta lo que hace, los años suman experiencia, no caducidad.







