Ocurrió en 2015 tras una década de batalla legal. Un juez entendió que su obsesión le impedía llevar una vida normal y le reconoció una pensión.
El caso tiene como protagonista a Roger Tullgren, de 42 años, cuya afición extrema al ‘heavy metal’ desembocó en un reconocimiento oficial de incapacidad. La justicia avaló su situación y le concedió una prestación económica.
El caso de Roger Tullgren y su adicción al ‘heavy metal’ en Suecia
La música mueve pasiones, pero en este caso llegó a condicionar su vida laboral hasta el punto de dificultarle un desempeño normal. Fue el 3 de marzo de 2015 cuando ”el mundo del heavy metal y la legislación sueca colisionaron”.
Según los datos del expediente, su obsesión le impedía hacer vida normal. Para entender la magnitud de su afición, llegó a asistir a más de 300 conciertos de ‘heavy’ solo en 2006.
La investigación y el largo camino legal con validación de tres psicólogos
El reconocimiento no llegó de la noche a la mañana. ”Llevo diez años intentando que se reconozca mi situación como una discapacidad. Hablé con varios psicólogos que determinaron que padezco una situación de discriminación”, explicó Tullgren cuando se dio a conocer el caso.
En este sentido, su versión obtuvo la validación de tres psicólogos, un respaldo clave para que su situación fuese tomada en cuenta por las autoridades competentes.
El fallo judicial y el subsidio de 400 euros por incapacidad reconocida en Suecia
Finalmente, la justicia sueca reconoció la incapacidad y le otorgó el derecho a un subsidio de 400 euros. Los medios citaron la sentencia al señalar que este hombre ”no puede desempeñar un trabajo sin someterse a intensivas sesiones de heavy”.
Dado lo anterior, se le concedió una pensión de incapacidad parcial que hizo posible compatibilizar su vida laboral con su pasión. ”Le permite combinar su pasión por el heavy metal con su vida laboral, ya que su jefe le permite vestir su ropa favorita y escuchar su música preferida mientras trabaja”.
Impacto y debate sobre adicciones, capacidad laboral y futuras decisiones judiciales
Más allá del expediente concreto, el caso abre un debate sobre la definición de adicción y ”cómo las pasiones personales pueden afectar a la capacidad de una persona para trabajar”. Por este motivo, la resolución marca un precedente relevante para analizar situaciones en las que una afición intensa, por sí misma, puede limitar el rendimiento en el empleo.
La decisión consolida un criterio: cuando una conducta persistente afecta de forma sustancial la vida normal y el trabajo, los tribunales pueden reconocer una incapacidad y habilitar apoyos económicos que permitan la integración laboral en condiciones adaptadas.







