Las pensiones contributivas subirán un 2,7 % a partir del 1 de enero de 2026, una revalorización automática ligada al IPC que beneficiará a unos 9,4 millones de pensionistas y se notará en la nómina de enero.
El año nuevo trae bajo el brazo una subida de las prestaciones contributivas de la Seguridad Social del 2,7 %, fruto del mecanismo que actualiza las pensiones según la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC). Esta actualización afectará a 10,4 millones de pensiones y tiene como objetivo proteger el poder adquisitivo de quienes ya están jubilados u otras personas pensionistas.
Cuándo se cobran las nuevas pensiones con la subida del 2,7 por ciento en 2026
La revalorización se aplica desde el 1 de enero de 2026, pero el aumento se verá reflejado en el cobro de la pensión cuando llegue la nómina mensual de enero. Las pensiones contributivas suelen abonarse entre los días 23 y 25 de cada mes, y ese será el momento en el que la mayoría de pensionistas noten el incremento en su cuenta.
Ahora bien, la pregunta que muchos se hacen es clara: ¿exactamente qué día verán el ingreso del mes de enero con la subida aplicada? Todo dependerá del calendario de pagos de cada entidad financiera.
Algunos bancos deciden anticipar el abono a fechas como el 21 o 22 de enero, para ofrecer un mejor servicio a sus clientes. Sin embargo, esta práctica no está recogida en ninguna norma ni es obligatoria, por lo que no todos los pensionistas la disfrutarán. En consecuencia, el primer cobro con la subida del 2,7 % se hará efectivo, en general, entre el 23 y el 25 de enero, sin necesidad de realizar ningún trámite adicional. Eso sí, al final lo que importa es la práctica: conviene conocer bien el día habitual de cobro para evitar sustos al revisar el saldo.
Todo depende de la política de cada banco. Por eso no está de más prestar atención al movimiento de la cuenta en esos días clave.
Cómo afecta la revalorización automática de las pensiones al poder adquisitivo
El aumento del 2,7 % responde al sistema que vincula la actualización de las pensiones contributivas al IPC medio interanual. Es decir, se tiene en cuenta cómo han evolucionado de media los precios de bienes y servicios en los últimos doce meses, y en función de ello se ajustan las prestaciones.
Este mecanismo pretende que la subida del coste de la vida no termine reduciendo, poco a poco, la capacidad de compra de las personas pensionistas. De ahí que se considere una herramienta clave para proteger a un colectivo especialmente sensible a las variaciones de precios.
La medida cobra especial relevancia para quienes perciben pensiones más bajas o tienen menos margen económico para asumir incrementos en gastos básicos, como la cesta de la compra, los suministros o servicios esenciales. En estos casos, incluso una subida aparentemente moderada del 2,7 % puede suponer un pequeño respiro a final de mes.
Además, el ajuste se enmarca en un contexto de inflación que tuvo un impacto notable durante los años 2023 y 2024, con subidas de precios que pusieron contra las cuerdas la economía doméstica de muchos hogares. Por tanto, esta actualización automática intenta compensar parcialmente esos efectos.
Recomendaciones para pensionistas ante el primer pago de las nuevas pensiones revalorizadas
Con la llegada del primer pago de 2026, se aconseja a los pensionistas estar atentos al día en que su banco suele realizar los abonos mensuales. La clave está en vigilar los movimientos de la cuenta entre el 21 y el 25 de enero de 2026, especialmente para organizar los gastos fijos y evitar preocupaciones innecesarias.
¿Hace falta hacer algún trámite para recibir la subida? La respuesta es no. La revalorización se aplica de forma automática, por lo que la persona beneficiaria no tiene que solicitar nada ni presentar documentación adicional. El importe llegará ya actualizado según corresponda.
También resulta conveniente mantenerse informado sobre posibles novedades fiscales o cambios regulatorios que puedan afectar al importe neto, como retenciones o complementos sociales. Para ello, se recomienda acudir a los canales oficiales de la Seguridad Social, que ponen a disposición de los ciudadanos información actualizada y adaptada a cada situación. Nadie quiere enterarse tarde de un cambio que afecta directamente al bolsillo.







