Un finiquito puede deberse a múltiples circunstancias, las más comunes vendrían a ser las siguientes: por finalización de un contrato laboral, por un despido o por cese voluntario del trabajador en su ocupación laboral. Por consiguiente, se trata de un documento escrito, que la empresa entrega al trabajador con aquellas cuantías económicas que le corresponden a la fecha de despido. A continuación, te contamos los 5 factores para calcular correctamente un finiquito.
Estos son los 5 factores necesarios para calcular un finiquito
Los elementos que forman parte de la fórmula del cálculo de un finiquito vendrían a ser los siguientes: en primer lugar, el salario de los días trabajados tras la última nómina. También, la parte proporcional de las pagas extraordinarias no prorrateadas, que se han generado, pero no se han cobrado todavía. Además, se tienen en cuenta las vacaciones originadas pero no disfrutadas por el trabajador, así como las horas extra no cobradas. Y por último, otras cuantías que se hayan pactado en el contrato por convenio o acuerdos con la empresa, como bonus u otras gratificaciones extraordinarias. Asimismo, debemos observar estas circunstancias:
- ¿Cuánto me tocaría de finiquito por un año?: Es indiferente si hemos trabajado en una empresa 20 años que uno, ya que, a la hora de calcular un finiquito, solo intervienen factores relacionados con el año concreto en el que ha finalizado nuestra relación laboral con la empresa.
- ¿Puede el cálculo del finiquito dar negativo?: La respuesta es sí. Puede ocurrir y que se convierta en una deuda del empleado al empresario. Aunque advertimos que esta situación es poco frecuente.
En suma, siempre que se extingue un contrato laboral por cuenta ajena, con cotización a la Seguridad Social, el empleado siempre va a tener derecho a percibir un finiquito por parte de la empresa, independientemente de los motivos que hayan puesto fin a su relación laboral.
Pasos para calcular el finiquito de un trabajador
Para realizar el cálculo de un finiquito, debes hallar el salario diario que te corresponde y, después, multiplicarlo por el número de días trabajados en el mes en curso. Si el sueldo es fijo, sin variaciones mes a mes, se debe tomar como referencia lo cobrado el mes anterior y dividirlo entre 30.
Por otra parte, en cuanto a las vacaciones generadas y no disfrutadas, es necesario averiguar cuántos días de vacaciones nos corresponden al año en virtud del convenio establecido. Lo más natural y habitual es de disponer de 30 días naturales, por lo que bastaría con hacer una sencilla regla de tres para conocer el dato de cuánto nos deben por vacaciones.
Por último, en relación con las pagas extraordinarias, a la hora de calcular un finiquito por despido, renuncia o fin de contrato, no pueden faltar si no están prorrateadas. No obstante, si nos las ingresan de manera íntegra en determinados periodos del año, como por ejemplo verano y Navidad, hemos de tomar como referencia el tiempo transcurrido desde que percibimos la última de esas pagas extras.
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