James Evans deja el trabajo de jardinero tras ganar 11.000 euros al mes durante 30 años y se convierte en instructor de esquí. Una historia de superación y libertad financiera.
Con tan solo 21 años, James Evans vio cómo su vida daba un giro de 180 grados tras acertar los seis números ganadores de la Lotería Set of Life en Inglaterra. Desde entonces, su historia ha inspirado a muchos jóvenes que se preguntan: “¿Te imaginas dejar tu empleo para vivir completamente de tu pasión?” Pues eso es lo que hizo este británico, que ahora cobra 11.000 euros al mes durante 30 años.
Aquel boleto premiado (con la combinación 2, 4, 22, 37, 45 y la Life Ball 10) le llegó en diciembre de 2020, en plena pandemia, y supuso el adiós a una rutina de jardinería que no terminaba de llenarle. Cinéfilo, amante del deporte al aire libre y con un talante “relajado” según sus propias palabras, asegura que el verdadero cambio no ha sido solo económico, sino también personal.
Un premio de lotería tan inesperado y transformador en plena juventud
Aunque las probabilidades de ganar un sorteo como el de Set of Life son muy bajas, existen historias que confirman que la fortuna puede aparecer en cualquier momento. James Evans lo comprobó a los 21 años, cuando todavía estaba asentando las bases de su futuro laboral. “Aparentemente, fui el ganador más relajado que jamás había llamado a la lotería”, confesó tras saber que sus números habían resultado premiados.
Pero ¿cómo se logra mantener la calma ante un cambio tan radical? Evans asegura que el secreto estuvo en pensar primero en ayudar a quienes más le importan. No tardó en compartir parte del premio con sus padres, a quienes invitó a Austria para esquiar, y realizó donaciones caritativas a varias organizaciones. Así, lejos de despilfarrar el dinero de forma impulsiva, combinó la solidaridad con ciertos “caprichos”, como comprar un coche, un nuevo ordenador y, por supuesto, su primera casa.
Cómo James Evans gestiona sus lujos y proyectos para vivir su gran ilusión de instructor de esquí
Según ha contado el propio Evans, una de sus mayores motivaciones era abandonar la rutina laboral de jardinero para dedicarse a su gran pasión: esquiar. De ahí que, tras recibir sus primeros cobros mensuales, invirtiera en un curso de formación y en el equipo necesario para convertirse en instructor. “Me encanta esquiar y el año pasado aprobé el examen de instructora de esquí de nivel 1 y ahora doy clases”, declaró en una entrevista.
Aunque el joven reconoce que todavía está asimilando su buena fortuna, no ha querido perder la oportunidad de aprender y profesionalizarse para ayudar a otros a iniciarse en este deporte. Su objetivo es dar el salto al extranjero, donde espera seguir formándose, enseñar a personas de todas las edades y vivir al máximo de esta afición. “No se trata del salario, sino de la experiencia”, explica.
Para que el lector entienda cómo ha organizado sus nuevos gastos, a continuación se presenta una tabla con los principales lujos y proyectos que James ha cubierto con su premio:
Gasto/Proyecto | Descripción |
---|---|
Invitación a sus padres | Viaje de esquí a Austria y apoyo económico |
Formación de instructor de esquí | Cursos, equipo profesional y certificaciones |
Primera vivienda | Compra de una casa y pequeñas reformas |
Caprichos personales | Coche nuevo, ordenador de última generación y un jacuzzi |
Donaciones caritativas | Apoyo a causas benéficas y a ONG locales |
Aunque no todos podremos darnos tales lujos, ¿quién no ha fantaseado con algo parecido al ganar la lotería?