El pasado miércoles, 206 familias de Valladolid se despertaron con la peor noticia que podían recibir. Y es que la fábrica de Bimbo, que sustentaba la economía de sus hogares, anunció su cierre de forma sorpresiva y bajo circunstancias al menos “sospechosas”. La multinacional de origen mexicano ha comunicado que tiene previsto implantar un expediente de regulación de empleo (ERE), lo que dejaría en la calle a 166 trabajadores de forma directa, a los que habría que sumar otro 40 subcontratados.
Un ERE es un procedimiento legal a través del cual se permite que las empresas realicen despidos masivos o reducciones de la jornada laboral de sus trabajadores, siempre y cuando justifiquen motivos técnicos, organizativos, de producción o económicos. Y este ha sido la causa a la que se agarra Bimbo, alegando que su fábrica de Valladolid ya no es rentable, a pesar de producir en dicha fábrica algunos de los productos más vendidos de la marca y pagar a sus empleados los sueldos más bajos comparados con el resto de plantas que la empresa mexicana tiene en España. Esto hace pensar que la causa económica no es el motivo real del cierre.
Bimbo lo vuelve a hacer y cierra otra planta en España este año
Cuando cinco delegados del sindicato de CCOO y otros cuatro de UGT se reunieron con la empresa, en lo que todo parecía indicar, sería una junta ordinaria y de pura rutina, nada presagiaba lo que sucedería más tarde, cuando la jefa de recursos humanos y el jefe de operaciones de Bimbo en nuestro país se unieron a la reunión para anunciar el cierre de la planta y los consecuentes despidos de todos sus empleados y empleadas con la justificación de que “Bimbo no alcanza los indicadores económicos necesarios en España”.
Esta “bajada de persianas”, sin embargo, no es la única que hemos visto este año en España por parte de la multinacional. Y es que el pasado enero, Bimbo anunció el cierre de su planta en El Verger (Alicante) para trasladar toda la producción a Barcelona. Traslado que tampoco estuvo exento de polémica al declarar sus empleados que tuvieron que hacer horas extras con turnos de fines de semana y noches hasta poco tiempo atrás. Pero la cosa no se queda ahí, y si echamos la vista un poco más atrás hasta el año 2022, Bimbo ya repitió este mismo proceder, cerrando su planta de Paracuellos en Madrid y despidiendo a 200 trabajadores.
Pronto comienzan las negociaciones para tratar de impedir los despidos masivos por parte de Bimbo
El próximo 25 de septiembre se constituirá la comisión negociadora y, partir de entonces, se abrirá un plazo de 30 días para alcanzar un acuerdo sobre el ERE planteado por la empresa. Durante este periodo, se espera que la empresa aclare las “causas reales” del cierre de la planta y se produzca algún tipo de acercamiento para lograr llegar a un acuerdo que beneficie a los trabajadores afectados. A partir de la próxima semana, los representantes laborales abordarán el tema para intentar sostener la viabilidad de la factoría con la ayuda del Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León.
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