Seguro que alguna vez te has preguntado por qué en unas oficinas todo fluye y en otras parece que el reloj se detiene. Quizá sea cuestión de costumbres, de esos pequeños hábitos que damos por hechos hasta que cambiamos de país. Justo eso le ocurrió a la ‘tiktoker’ colombiana Alexandra Aristizábal cuando aterrizó en España. Lo que para ella era la rutina de siempre, reuniones largas, charlas distendidas y «ya veremos», aquí se convirtió en acción inmediata y tareas despachadas en tiempo récord.
Entre sorpresa y admiración, Alexandra empezó a fijarse en cada detalle del engranaje laboral español. Y, claro, terminó concluyendo que la famosa eficiencia peninsular no es un mito, sino la explicación de por qué, en sus propias palabras, «con razón esta gente está donde está». ¿Te suena?
¿Por qué los españoles hacen las tareas de inmediato?
Alexandra lo resume con una frase lapidaria: «No desperdician segundo alguno». Dicho y hecho: si un compañero sabe resolver un asunto, lo encara al momento y listo. Así evitan las clásicas reuniones eternas que muchos hemos sufrido, y que en Colombia, según la creadora, son casi deporte nacional. Además, el pragmatismo se cuela hasta en las clases universitarias; basta que el profesor termine de hablar para que cada alumno abra su portátil y empiece su parte en un documento compartido.
Resultado: al sonar el timbre, el trabajo está finiquitado y el fin de semana queda intacto. Por si fuera poco, esa eficiencia convive con horarios más tardíos de inicio y un respeto casi sagrado por el descanso. El mensaje implícito es claro: madrugar no garantiza productividad; lo que cuenta es aprovechar cada minuto mientras se trabaja, sin charlas de pasillo que se alargan «hasta el infinito y más allá».
¿Cómo adaptarse sin morir en el intento?
Llegados a este punto, quizá te estés planteando cómo sobrevivir, y triunfar, en una oficina española si vienes de un entorno más relajado. Antes de sacar la agenda y llenarla de reuniones innecesarias, toma nota. La clave pasa por interiorizar tres hábitos muy sencillos:
- Ejecuta al momento: si sabes hacerlo, hazlo ya y evita posponer.
- Reúnete solo cuando sea imprescindible: un mensaje claro en el chat puede sustituir media hora de divagaciones.
- Respeta tu tiempo libre: terminar antes no significa trabajar más horas, sino aprovechar mejor cada una.
Cambiar el chip cuesta, pero, una vez lo consigues, descubres que el día cunde más y la vida personal deja de ser una excepción entre semana.
Adoptar estos hábitos no solo facilita la integración, sino que también mejora tu imagen profesional: demuestras iniciativa, agilidad y, sobre todo, consideración por el tiempo de los demás. Por tanto, si planeas dar el salto a España, o ya estás aquí y las reuniones maratonianas te persiguen, prueba este enfoque directo y verás cómo tu lista de pendientes se esfuma más rápido de lo que canta un gallo.