Una niña de 11 años encuentra los restos fósiles de un «delfín» de 25 metros que nadaba en la época de los dinosaurios

En una playa de Somerset, Reino Unido, se han encontrado los fósiles de un gigantesco reptil marino que vivió hace 202 millones de años, cuando los dinosaurios aún dominaban la Tierra. Este animal prehistórico, bautizado como Ichthyotitan severnensis, medía alrededor de 25 metros, lo que lo convierte en uno de los mayores reptiles marinos que han existido. Su mandíbula, de dos metros de longitud, es solo una de las pruebas del tamaño descomunal de este ser que nadaba por los océanos del Triásico Tardío.

¿Cómo era exactamente este gigante marino?

Si necesitas una referencia visual para imaginarte al Ichthyotitan severnensis, piensa en un delfín moderno, pero con el tamaño de una ballena azul. Aunque este reptil marino se parecía a los delfines que conocemos hoy en día, no eran dinosaurios acuáticos. En realidad, estos ictiosaurios, como el Ichthyotitan severnensis, evolucionaron a partir de ancestros terrestres que volvieron a los océanos.

Este tipo de reptiles marinos, llamados ictiosaurios, apareció hace unos 250 millones de años y, en solo unos pocos millones de años, algunos llegaron a medir más de 15 metros. En el Triásico Tardío, hace unos 200 millones de años, los ictiosaurios alcanzaron tamaños impresionantes, y algunos, como el Ichthyotitan, llegaron a superar los 25 metros.

El hallazgo de los fósiles y la participación de una joven paleontóloga

El descubrimiento de estos fósiles no solo ha sido sorprendente por el tamaño del reptil marino, sino también por el modo en que se dio el hallazgo. En 2016, Paul de la Salle encontró los primeros restos en la costa de Lilstock, pero no fue hasta 2020 cuando una niña de 11 años, Ruby Reynolds, junto con su padre, Justin, encontró más fragmentos en la playa de Blue Anchor, también en Somerset. Ambos contactaron con el paleontólogo Dean Lomax, quien, junto con su equipo, pudo reconstruir los fragmentos de la mandíbula de este gigante marino.

Ruby Reynolds, ahora con 15 años, ha cofirmado un artículo científico sobre el descubrimiento, y su contribución ha sido celebrada por su entusiasmo y dedicación.

¿Por qué es tan relevante este hallazgo?

Este descubrimiento no solo es fascinante por el tamaño del Ichthyotitan severnensis, sino porque abre la puerta a más investigaciones. Actualmente, los científicos esperan encontrar más restos fósiles de este reptil para poder estudiar con mayor precisión cómo era su cráneo y así conocer más sobre la vida en los océanos del Triásico.

Aunque algunas especies de ictiosaurios sobrevivieron durante millones de años, se cree que los más grandes desaparecieron durante el evento de extinción Triásico-Jurásico, hace unos 200 millones de años. Desde entonces, nunca se volvió a ver reptiles marinos de este tamaño.

El equipo de paleontólogos continuará buscando más restos fósiles en la costa de Somerset. La posibilidad de encontrar más partes del cráneo de este gigantesco reptil marino abre un abanico de preguntas que, con suerte, podrían ser respondidas en los próximos años. Este descubrimiento no solo es una ventana al pasado, sino también una muestra de cómo el trabajo conjunto entre científicos y curiosos, incluso de tan corta edad como Ruby, puede llevar a grandes hallazgos que ayudan a comprender la historia de nuestro planeta.

Deja un comentario