Pesadilla en un cementerio valenciano: Amenazan a una familia con desahuciarles el nicho en pleno funeral y les exigen 5.000 euros para evitarlo

La familia de la fiscal Susana Gisbert se vio obligada a interrumpir la despedida de un ser querido al conocer, minutos antes de la incineración, que el nicho comprado en 1935 aparecía “caducado”.

El último adiós debía ser íntimo y respetuoso. Sin embargo, la mañana se tornó angustiosa cuando, ya vestidos de luto y con los trámites aparentemente cerrados, una llamada de la funeraria puso precio a la pena: 5.000 euros si querían usar el nicho familiar del cementerio de Valencia.

Qué significa que un nicho familiar de 1935 figure como “caducado” justo en el momento del entierro

La sorpresa llegó a escasos minutos de la ceremonia. Según relató Susana Gisbert en La Mirada Crítica, una trabajadora de la funeraria informó de que la concesión había expirado el 19 de marzo. ¿Cómo era posible si, tan solo un día antes, el 18 de marzo, la familia había depositado allí las cenizas de la madre de la propia fiscal? Nadie lo entiende.

Cómo reaccionó la familia ante la exigencia inmediata de abonar 5.000 euros para usar el nicho

Gisbert se encontró a la viuda del fallecido “muy alterada”. Teléfono en mano, escuchó la advertencia: sin pago no habría reposo para las cenizas. La fiscal lo negó con rotundidad: “Visito la casa de mi madre casi a diario y jamás llegó notificación alguna”. Desde la funeraria, únicamente ofrecieron excusas: tal vez un precinto, quizá una carta devuelta, “podría ser” que nadie estuviera en casa. ¿Resultado? Un duelo empañado por trámites que, sobre el papel, debían estar cerrados.

FechaHecho relevante
1935Compra del nicho familiar “a perpetuidad”
18 marzoDepósito de las cenizas de la madre de Gisbert
19 marzoFecha que la funeraria señala como “caducidad”
Día del funeralExigencia de 5.000 € para utilizar el nicho

La tabla anterior resume lo sucedido y evidencia la incoherencia de la supuesta caducidad.

Pasos prácticos para comprobar la situación legal de un nicho con antelación y evitar sorpresas similares

Antes de verse en una tesitura tan dolorosa, conviene revisar varios puntos básicos:

  • Consultar en el cementerio la duración de la concesión y su fecha exacta de vencimiento.
  • Solicitar por escrito cualquier ampliación o prórroga otorgada en décadas pasadas.
  • Verificar que la dirección postal donde se notifican incidencias sea correcta y esté activa.
  • Guardar recibos, contratos y documentación histórica relativa a la compra del nicho.
  • Preguntar a la aseguradora si cubre gastos extraordinarios vinculados a la sepultura.

¿Te has planteado alguna vez revisar estos documentos? A la vista de este caso, quizá sea el momento.

Por qué el testimonio de Susana Gisbert sirve de advertencia a otras familias que creen tenerlo todo en regla

La fiscal reconoce la “sensación terrible” de negociar con el dolor a flor de piel. Además, recuerda que un entierro ya conlleva suficiente carga burocrática como para afrontar una factura inesperada cuando suena la música de despedida. De ahí que su caso genere empatía y, al mismo tiempo, alarma: si un nicho de 90 años y utilizado recientemente puede considerarse vencido de la noche a la mañana, ¿qué garante tiene el ciudadano medio?

La solidaridad no se ha hecho esperar. Quienes han conocido la historia califican de “inhumana” la actuación y ponen el foco en la falta de comunicación previa. No obstante, este episodio deja una lección: conviene revisar las concesiones funerarias, aunque se den por seguras, y reclamar cualquier advertencia a tiempo.

En definitiva, el dolor por la pérdida se vio agravado por un trámite inesperado que acabó empañando la despedida. Más allá del caso concreto, la reflexión es clara: la burocracia también puede presentarse en los momentos más íntimos, y conviene estar prevenido para que el duelo no se convierta en pesadilla.

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