Acude al hospital con vómitos negros, los médicos se niegan a realizarle pruebas y fallece de cáncer 10 meses más tarde: ahora indemnizan a la familia con 116.000 euros

Un trágico suceso ha obligado al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) a indemnizar con 116.845 euros a la familia de un hombre de 41 años, después de que este falleciera debido a un cáncer de esófago, tras negársele las pruebas pertinentes que hubieran detectado la enfermedad a tiempo. Los hechos tuvieron lugar en el Hospital de Albacete, donde el fallecido, identificado como M.M.S., acudió en repetidas ocasiones alegando sufrir vómitos constantes de color negro, además de otros síntomas graves. En un primer instante, los médicos del centro sanitario decidieron llevar a cabo una gastroscopia que mostró una gran esofagitis por reflujo de grado D. Tras esto, el paciente fue puesto en tratamiento, sin embargo, este no surtió efecto, lo que obligó a M.M.S. ha regresar en repetidas ocasiones al servicio de urgencias de su localidad.

Con el pasar de los días, el fallecido comenzó a evidenciar claras muestras de síntomas digestivos, bajada de peso, fuertes dolores de cabeza y anemia. A pesar de todo, los médicos que lo trataron no vieron pertinente repetir la prueba de la gastroscopia, por lo que siguió con el tratamiento prescrito. No fue hasta casi diez meses después, y tras sufrir un notable agravamiento de los síntomas, que los expertos finalmente tomaron la decisión de investigar lo sucedido al paciente.

Desgraciadamente, para cuando los doctores decidieron realizarle las pruebas oportunas, ya era demasiado tarde. Tras someterse a un estudio endoscópico digestivo, le fue detectado un adenocarcinoma de esófago, uno de los diez cánceres más frecuentes que afecta a ocho de cada 100.000 hombres y a una de cada 100.000 mujeres en todo el mundo. El diagnóstico tardío provocó que la enfermedad pasara de estar en fase localizada a una metástasis avanzada, lo que inevitablemente provoco el fallecimiento del paciente.

La lucha en los juzgados de una familia rota por el dolor

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Albacete reconoció una indemnización de 116.845 euros más intereses a la madre y los hermanos del fallecido, tras dictaminar la responsabilidad de los servicios médicos que no encargaron a tiempo las pruebas necesarias para detectar la enfermedad. La familia de M.M.S., a través de “El Defensor del Paciente”, interpuso una demanda en la que, a juicio del órgano jurisdiccional, quedaba debidamente acreditada la vulneración de la “lex artis” por parte de los médicos del Hospital de Albacete, dado que estos no siguieron el correcto procedimiento para ejecutar un adecuado seguimiento de la enfermedad del paciente.

El cáncer de esófago tiene una tasa de supervivencia muy baja entre los pacientes que lo padecen. Es por esto que, detectar la enfermedad a tiempo se vuelve de vital importancia para garantizar la supervivencia del paciente. En este caso, el error se encuentra en la negativa de los doctores a repetir la gastroscopia, lo que provocó que un año más tarde el paciente acudiese a los servicios médicos con un cuadro de metástasis en fase avanzada, provocando su fallecimiento.

Finalmente, el Servicio de Inspección de Servicios Sanitarios de Castilla La-Mancha confirmó que se produjo una negligencia médica, sin embargo, recomendó disminuir al 41% la indemnización solicitada por la familia del fallecido. Por suerte, la justicia apoyó la petición de la familia, por lo que terminaron cobrando el 100% de la indemnización requerida a considerar el caso un daño antijurídico causado por una mala praxis en la asistencia médica recibida.

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