Agricultores tradicionales seducidos por el negocio solar: «Gano en un año lo que antes en veinte»

José Portillo alquila sus tierras a una empresa de renovables y pasa de ganar 100 € a 1.900 € por hectárea, desatando un debate sobre el futuro del campo.

El boom de las energías limpias se deja notar. Allí, donde el paisaje lo dibujaban las espigas de trigo y los girasoles, empiezan a brillar paneles solares que prometen un rendimiento casi veinte veces mayor. José Portillo, propietario de 15 hectáreas antes dedicadas a pipas, garbanzos y cereal, lo cuenta sin rodeos: “Ahora gano 1.900 euros por hectárea”. El dato no es moco de pavo y explica por qué cada vez más agricultores barajan dar el mismo paso.

Cuánto ganan los agricultores que optan por arrendar sus fincas a fotovoltaicas en lugar de seguir sembrando cultivos tradicionales

El atractivo es puramente económico: el arrendamiento garantiza ingresos fijos y evita la incertidumbre de la cosecha. Para visualizar la diferencia, conviene echar un vistazo comparativo:

ConceptoCultivo tradicional (€/ha/año)Arrendamiento fotovoltaico (€/ha/año)
Ingresos medios1001.900
Costes asociadosElevados (semillas, agua, gasóleo)Casi nulos para el propietario
Riesgo climáticoAltoPrácticamente inexistente

Como se aprecia, la balanza se inclina hacia la fotovoltaica. ¿Quién no se plantearía el cambio con estos márgenes?

El impacto de los megaproyectos solares en el futuro del campo preocupa a plataformas agrarias y ecologistas

Sin embargo, la rentabilidad inmediata trae letra pequeña. Colectivos como SOS Rural alertan de que “es pan para hoy y hambre para mañana”. Temen que, tras veinte o treinta años de concesión, los suelos queden degradados y sin olivos ni cultivos que reconstruyan la economía local. Además, se ha iniciado una macro‑causa judicial para frenar la tala de olivos milenarios y proteger el paisaje agrícola que da identidad a la comarca.

Antes de firmar, conviene hacerse varias preguntas: ¿qué ocurrirá cuando expire el contrato?, ¿quién asume los costes de desmantelar las placas?, ¿existen garantías de restauración del terreno? Por otro lado, el Ayuntamiento de Carmona (Sevilla) celebra la llegada de inversión y empleo, mientras reconoce que faltan normas claras que equilibren intereses.

Principales riesgos y obligaciones a vigilar antes de firmar un alquiler solar

  • Plazo de arrendamiento y posibles prórrogas ocultas.
  • Responsabilidad sobre la gestión de residuos al desmontar la instalación.
  • Cláusulas sobre restitución del suelo agrícola al finalizar el acuerdo.

Por tanto, leer la letra pequeña y asesorarse resulta clave. ¡Ojo, que no todo brilla tanto como un panel al sol!

Requisitos del contrato de arrendamiento y riesgos al finalizar la concesión que todo propietario debe tener en cuenta

Los contratos tipo establecen períodos de 25 a 30 años, canones anuales alrededor de 1.900 €/ha y fianzas para cubrir imprevistos. El promotor asume la instalación y, en teoría, la retirada de infraestructuras. No obstante, las plataformas advierten de que, si la empresa desaparece, el coste podría recaer en el agricultor.

Para minimizar peligros, los expertos recomiendan: exigir aval bancario suficiente, incluir cláusulas de mantenimiento del suelo y, sobre todo, fijar un plan de restauración supervisado por la administración. De ahí que la Junta de Andalucía estudie endurecer los requisitos ambientales antes de autorizar nuevos parques.

Mientras llega una regulación más estricta, cada productor hace números. Portillo los tiene claros: “Con lo que cobro ahora, puedo viajar y hacer cosas que antes nunca había podido”. La decisión, en última instancia, es tan personal como estratégica. La pregunta es si el campo andaluz podrá seguir produciendo alimentos o si terminará colgado, literalmente, de un cable.

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