Más de cien conductores reclaman daños de hasta 600 € tras repostar en una estación valenciana donde la mezcla llegó a ser dos tercios de agua.
El susto saltó ayer: más de un centenar de vehículos quedaron averiados a pocos metros de repostar porque, en vez de combustible, recibieron un cóctel letal de agua y gasolina. ¿Negligencia o intento de estafa? El fundador de EasyGas, Joseba Barrenengoa, despeja las dudas y aporta claves para que ningún conductor vuelva a pasar por caja antes de tiempo.
Por qué las gasolineras pueden acabar sirviendo gasolina mezclada con agua sin quererlo
La explicación, señala Barrenengoa, no suele ser un fraude premeditado. Los depósitos subterráneos condensan humedad y generan pequeñas balsas de agua. Cuando las sondas que vigilan ese nivel fallan o no se extrae a tiempo, el líquido se cuela en la manguera y termina en el depósito del coche.
Por tanto, el problema nace de un mantenimiento insuficiente, no de una maniobra para ganar dinero fácil. De hecho, una estación que suministra agua con combustible se expone al cierre inmediato, a investigaciones de Industria y a indemnizaciones millonarias.
Consecuencias mecánicas y económicas de circular con combustible adulterado y cómo reclamar
Un motor alimentado con agua se detiene casi al instante, evitando males mayores pero dejando una factura considerable. Mira la comparativa habitual de costes:
| Tipo de reparación | Tiempo en taller | Coste medio (EUR) |
|---|---|---|
| Limpieza de inyectores | 1 día | 250 € |
| Sustitución de bomba de combustible | 2 días | 450 € |
| Daños en pistones/culata | 4–5 días | 1 000 € |
Para reclamar, guarda el ticket, solicita parte al seguro y presenta la avería en la oficina de consumo de tu comunidad. Además, es clave registrar in situ la anomalía con fotos del surtidor y, si es posible, recoger una muestra del carburante. ¿Te interesa saber más? El Colegio de Mediadores de Seguros aconseja iniciar la vía civil si la estación no responde en un plazo de 30 días.
Pasos para detectar la presencia de agua en el depósito antes de que sea tarde
- Observa el cuadro de instrumentos: tirones y pérdida súbita de potencia son la primera alerta.
- Revisa el testigo del motor: se enciende al detectar fallos de combustión.
- Escucha el ralentí: si suena irregular, podría haber agua en la mezcla.
- Guarda el ticket siempre: será tu mejor prueba.
- Acude de inmediato al taller: extraer el agua a tiempo reduce la factura.
Antes de arrancar, un vistazo rápido al recibo y al estado del motor puede ahorrarte un disgusto.
Recomendaciones del experto Joseba Barrenengoa para evitar confusiones y averías costosas
Barrenengoa incide en que el verdadero riesgo cotidiano es otro: confundir gasolina con diésel o viceversa. Por ello recomienda:
- Repostar en estaciones con certificaciones visibles y personal disponible.
- Verificar el color de la manguera y el octanaje antes de apretar el gatillo.
- Conservar siempre la factura, incluso tras un repostaje “sin incidencias”.
- Revisar periódicamente el filtro de combustible, sobre todo en vehículos de más de diez años.
En definitiva, la mezcla de agua y gasolina no es habitual y, cuando ocurre, se detecta rápido porque el coche se para. La clave está en conocer tus derechos y actuar con rapidez para que el error ajeno no vacíe tu bolsillo.