En España, en 2023, se quedaron sin repartir 11.000 millones de euros en ayudas públicas. Solo en la Comunidad de Madrid, entre enero y agosto de 2025, se han convocado más de 576 subvenciones, que suponen más de 2.600 millones de euros para ciudadanos, autónomos, empresas y entidades sociales. El problema es claro: muchos potenciales beneficiarios ni siquiera saben que esas ayudas existen.
Millones en subvenciones públicas que se pierden porque nadie llega a solicitarlas
Según datos de Fandit, la plataforma líder en buscar subvenciones, el 18% de las ayudas convocadas en 2023 en Madrid y el 28% en 2024 se quedaron sin repartir, aunque en este último año muchas todavía se estaban ejecutando cuando se publicaron los datos. Es decir, una parte importante del dinero reservado vuelve a manos de la administración sin cumplir su objetivo inicial.
En la práctica, esto quiere decir que muchos ciudadanos podrían obtener una ayuda para cambiar ventanas, montar un restaurante o renovar un teatro y, sin embargo, no lo hacen. ¿Cuánto dinero de tus propios impuestos se está quedando en la mesa sin que lo aproveches?
Cómo funciona el buscador de Fandit para encontrar ayudas públicas en minutos
Para evitar que esas subvenciones se pierdan, Pedro Robles creó Fandit en 2019. Antes había pasado más de diez años como consultor en el mundo de las subvenciones, tras formarse en Ingeniería de Telecomunicaciones y vivir de primera mano la crisis de 2008, cuando perdió su empleo como ingeniero de proyectos al terminar su primer contrato.
Después trabajó seis años en una consultora de subvenciones para I+D+I y, cuando la empresa ya facturaba más de un millón de euros, decidió vender el 10% de sus participaciones, equivalente a un año de sueldo, y lanzarse a crear Fandit. Todo surgió al ver que, cada vez que buscaba ayudas, tenía que recurrir a Google una y otra vez. De ahí salió la idea de un buscador específico que mostrara toda la información de forma ordenada.
El funcionamiento es sencillo: el usuario entra en el buscador y, mediante filtros, introduce su provincia y código postal, el tipo de solicitante y la acción subvencionable (digitalizarse, cambiar ventanas, renovar un teatro, entre otras opciones). Al pulsar buscar, aparecen las subvenciones abiertas y también las cerradas.
Existe además otra opción en la que, junto a esos datos básicos, se puede añadir una breve descripción del proyecto. Fandit contrasta esa información con las convocatorias disponibles y devuelve únicamente las ayudas que encajan mejor. Ahora la plataforma está preparando nuevas funciones: analizar si el proyecto se ajusta a la convocatoria, ofrecer un baremo que indique hasta qué punto encaja y señalar en qué aspectos hay que tener especial cuidado. Cuando el usuario decide solicitar la ayuda, el sistema también es capaz de indicar qué documentos debe recopilar.
La parte de presentar la solicitud en la sede electrónica y adjuntar los documentos sigue siendo manual. Actualmente hay unas 6.000 sedes electrónicas diferentes y sería necesario un robot específico para cada una, algo que, por el momento, Fandit no puede ofrecer.
Precios del buscador de subvenciones para empresas y servicio gratuito a particulares
En la actualidad, Fandit cuenta con 100.000 usuarios. No se trata solo de personas que buscan una subvención concreta, sino también de empresas que piden integrar un buscador de marca blanca en sus propias páginas web. Un ejemplo destacado es la CEOE, para la que, durante Filomena, se creó un buscador que permitía a sus asociados localizar las ayudas que les correspondían.
Para estas empresas que quieren incorporar el buscador a sus webs, existen tres modalidades de precio, según lo que necesiten consultar:
- 160 euros, 245 euros o 600 euros por la integración del buscador de marca blanca, en función de las características del servicio solicitado
Para los particulares, el acceso a Fandit es gratuito. Solo en el caso de que necesiten un consultor, la plataforma pone en contacto a ambas partes y el pago se establece en función de la ayuda o del propio consultor. Al final, se trata de aprovechar unas subvenciones que ya están ahí, pagadas con los impuestos de todos, y que muchas veces se quedan sin dueño por puro desconocimiento. ¿Quién no querría, al menos, mirar si le toca algún “pellizco”?







