Ayuso prohíbe los deberes con ordenador en Madrid para menores de 12 años y refuerza la enseñanza tradicional

La presidenta de la Comunidad de Madrid impulsa una medida pionera que limita el uso de dispositivos digitales en los colegios y en casa, con el objetivo de proteger a los más pequeños.

La Comunidad de Madrid, liderada por Isabel Díaz Ayuso, ha decidido dar un paso firme hacia la “esencia de la educación tradicional”. A partir del próximo curso, los menores de 12 años no podrán recibir deberes que requieran ordenadores, móviles o tablets. Esta novedosa regulación, recogida en un decreto de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades, busca reducir la dependencia de las pantallas y fomentar el aprendizaje a través de métodos clásicos como los libros de texto, la caligrafía o la ortografía.

Con este movimiento, más de medio millón de estudiantes en torno a los 2.000 colegios públicos y concertados de Madrid se verán sujetos a una formación con menos tecnología individual, al menos hasta que accedan a la ESO. ¿Será un cambio beneficioso para su desarrollo formativo y sociolaboral futuro?

Cómo afectará esta nueva regulación educativa a las familias trabajadoras madrileñas en el próximo curso escolar

El nuevo decreto no solo prohíbe asignar tareas con dispositivos electrónicos a niños de Infantil y Primaria, sino que también elimina su uso individual dentro de las aulas. Esto supone que, hasta los 12 años, los estudiantes madrileños tendrán un contacto muy limitado con la tecnología en el entorno escolar. Por ejemplo, se establece que entre los 3 y los 6 años solo podrán usar dispositivos de forma colectiva una hora a la semana, mientras que en 5º y 6º de Primaria ese tiempo se amplía a dos horas.

Aunque se prioriza el empleo de recursos tradicionales, el Ejecutivo regional de Ayuso, defiende que se mantendrá la adquisición progresiva de las competencias digitales. “Volver a la esencia de la educación tradicional” no implica renunciar a la preparación tecnológica, sino evitar su uso excesivo a edades demasiado tempranas.

Razones de la Comunidad de Madrid para recuperar la formación más tradicional y proteger a los menores

Según Ayuso, el objetivo de esta medida es responder a las advertencias de médicos, familias y diversos colectivos docentes, que subrayan los riesgos de un uso intensivo de pantallas en edades infantiles. De ahí que la restricción también se extienda al hogar: los deberes no podrán requerir ordenadores o móviles hasta llegar a la ESO.

El portavoz del Gobierno madrileño, Miguel Ángel García Martín, explica que la iniciativa está “adaptada al presente y al futuro”, pues, pese a limitar la tecnología, se garantiza que los alumnos sigan aprendiendo las herramientas básicas en entornos compartidos y bajo supervisión.

Tabla explicativa del uso de dispositivos electrónicos en función de la edad

A continuación se detalla cómo varía la regulación según la etapa educativa:

Edad/EtapaUso individualUso colectivoTiempo permitido
0 – 3 años (Infantil)ProhibidoProhibido0 horas
3 – 6 años (Infantil)ProhibidoPermitido1 hora semanal
6 – 8 años (Primaria)ProhibidoPermitido1 hora y media semanal
9 – 12 años (Primaria)ProhibidoPermitido2 horas semanales
A partir de 12 años (ESO)Depende del centro educativoPermitido (normas del centro)Sin límite fijo, pero con supervisión

Como se aprecia, cuanto más jóvenes son los alumnos, más restricciones se aplican, siempre con la idea de evitar el uso temprano e inadecuado de las pantallas.

Lista de beneficios potenciales y preocupaciones que surgen ante esta decisión

A pesar de los puntos positivos de la norma, es normal que surjan algunas dudas. Aquí tienes un breve resumen:

  1. Refuerzo de la lectoescritura: mayor atención a caligrafía y ortografía.
  2. Menor exposición a pantallas: reducción de riesgos asociados a la sobreestimulación digital.
  3. Aumento de la interacción personal: potenciación del trato directo entre alumnado y docentes.
  4. Posible brecha tecnológica: ¿se retrasará la incorporación plena a las competencias digitales?
  5. Adaptación de familias y centros: reorganización de metodologías y hábitos en casa.

Tanto los defensores como los críticos de esta iniciativa coinciden en que lo fundamental es armonizar el aprendizaje tradicional con el tecnológico, garantizando una educación equilibrada, como pretende Isabel Díaz Ayuso en Madrid.

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