Carmen (66 años) y más de 45 cotizados se siente estafada por la Seguridad Social: “Te incitan a jubilarte para luego darte el palo”

Soltera y con dos hijos y dos nietos a su cargo, denuncia que le prometieron 1.500 euros y que no pudo revertir su jubilación anticipada.

Carmen, vallisoletana de 66 años, trabajó desde los 14 hasta los 63. Pasó por una fábrica de alimentación, el Servicio de Limpieza Municipal y la Seguridad Social como limpiadora a tiempo parcial. Se jubiló en 2022 y, pese a superar los 45 años cotizados, su pensión es de 1.200 euros. “Me siento estafada, esto es una tomadura de pelo”, lamenta.

La diferencia entre pensión de jubilación y cálculo de la Seguridad Social

Según su testimonio, le recomendaron jubilarse: “Me dijeron: ‘con la cotización que tienes, jubílate, que es lo mejor’”. Asegura que le calcularon la pensión en 1.500 euros y que “me hicieron tres veces las cuentas”. Sin embargo, al recibir la carta “vi que eran casi 200 euros menos de lo que me dijeron” y ya no pudo rectificar. ¿Qué margen queda cuando el cálculo final no coincide?

A continuación, los datos clave del caso tal y como los relata.

AspectoDetalle
Edad66 años
Años cotizadosMás de 45
Año de jubilación2022
Tipo de jubilaciónAnticipada (solicitada)
Pensión actual1.200 euros
Cantidad estimada comunicada1.500 euros
Parón entre empleosOcho o nueve meses
Últimos empleosLimpieza municipal y Seguridad Social (parcial)
Situación familiarSoltera; vive con dos hijos y dos nietos
ViviendaCasa propia; hipoteca pagada hace apenas un año

En resumen, describe una “confusión” con la Seguridad Social que, afirma, no puede revertirse.

Consecuencias familiares y económicas de una jubilación anticipada con 45 años cotizados

Carmen es el único sostén económico de su hogar. “Yo ya no me acuerdo lo que es tomarse un café en un bar”, comenta. La vida, dice, “cada vez está más cara” y ha tenido que renunciar a gastos cotidianos. ¿Cómo se sostiene el día a día cuando la pensión es la única entrada?

También explica que hace un año y medio se quedó sin coche y no ha podido comprar otro. Padece una enfermedad crónica y no costea todos los tratamientos. Su mayor temor: necesitar una residencia porque, “con mi pensión, no tengo para pagarla”.

En pocas palabras, esto es lo que pone sobre la mesa:

  • Se siente “engañada y estafada”.
  • La pensión notificada fue inferior a la calculada.
  • No pudo volver atrás tras recibir la carta.
  • Mantiene a dos hijos y dos nietos con su pensión.
  • Se quedó sin coche hace año y medio y no lo repuso.
  • Enfermedad crónica sin tratar como debería por coste.
  • Le preocupa no poder pagar una residencia si la necesita.

Así, su relato refleja un impacto directo en la economía familiar y en su salud.

Lo que pide al Gobierno y a la Seguridad Social sobre su pensión

Carmen reclama que se tengan en cuenta las circunstancias personales al fijar la cuantía. Pide, además, que “por lo menos, se aseguren que en la Seguridad Social hacen bien las cuentas”. Resume su malestar con una frase clara: “Parece que te incitan a jubilarte para luego darte el palo”.

Concluye con una crítica a los cambios normativos: “Cambian las leyes de un día para otro caiga quien caiga y no puede ser. Te rompen tu esquema y no se dan cuenta de que hacen mucho daño”.

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