La histórica cadena asturiana no ha logrado superar sus deudas: un centenar de empleados, en peligro de despido inmediato.
El Arco, la emblemática firma de supermercados fundada en 1987 en Sama de Langreo, detendrá definitivamente su actividad tras no lograr acuerdos para recibir nuevos suministros. El cierre afectará a 30 establecimientos ubicados en Gijón y Oviedo, que se mantendrán abiertos únicamente hasta agotar existencias. La medida dejará en la calle a unos 100 trabajadores, quienes permanecen bajo un ERTE que finalizará este mismo mes.
Dado lo anterior, la desaparición de El Arco supone el fin de más de tres décadas de historia en el sector alimentario asturiano, marcado en los últimos años por una creciente competencia de grandes cadenas como Mercadona y Día. El anuncio no ha tomado por sorpresa a proveedores ni a buena parte del tejido empresarial, que veía venir el desenlace ante la falta de acuerdos para refinanciar las deudas acumuladas.
La delicada situación financiera de El Arco y la batalla contra Mercadona y Día
El Arco, que en su momento llegó a contar con más de 600 establecimientos, atravesaba un colapso financiero desde 2024, cuando vendió 29 tiendas y varias plataformas logísticas al grupo Cuevas, originario de Galicia. Con dicha venta, la compañía consiguió saldar cerca del 70% de sus deudas, aunque las condiciones para seguir distribuyendo productos frescos y embutidos no se estabilizaron.
¿Existe algún plan de salvación para estas tiendas? La respuesta es no. El grupo Cuevas, que asumió parte de la plantilla de El Arco en el pasado, ha interrumpido recientemente el suministro, y la falta de acuerdos con otros proveedores ha dejado a la empresa sin opciones de continuidad.
La estrategia de Cuevas, la reestructuración de Alcampo y la incertidumbre general
En la última negociación, Cuevas había adquirido distintas marcas de El Arco (El Economato, Arcoplaza y La Quintana) y sus centros logísticos de pescado, frutas y charcutería. Sin embargo, el creciente endeudamiento de la cadena asturiana, unido a la tendencia de compra en tiendas de cercanía, ha acelerado el desenlace.
Alcampo, que también experimenta ajustes en su modelo de negocio, confirmó hace poco la reducción de varios hipermercados y la venta de algunos supermercados adquiridos anteriormente a Día. Este panorama alimenta la especulación sobre si otras empresas regionales podrían verse abocadas a decisiones similares.
A continuación, se muestra una tabla con algunos de los datos clave del cierre de El Arco:
Punto Clave | Detalle |
---|---|
Tiendas afectadas | 30 establecimientos en Gijón y Oviedo |
Trabajadores bajo ERTE | 100 empleados |
Principal comprador previo | Grupo Cuevas (adquirió 29 tiendas en 2024) |
Deuda restante | Sin reestructurar, sin acuerdos de refinanciación |
Los analistas señalan que la competencia feroz y la apuesta por la cercanía han empujado a cadenas como El Arco a un punto sin retorno. Por este motivo, muchos clientes han optado por alternativas que ofrecen entregas a domicilio y promociones más agresivas.
Los compradores habituales de El Arco, especialmente en las zonas urbanas de Asturias, lamentan la inminente pérdida de tiendas que solían ofrecer productos frescos de la región. “Se echa de menos un trato más cercano y precios asequibles. ¡Es una lástima!”, comenta un vecino de Gijón.
Recomendaciones finales para empleados y proveedores
Este desenlace no solo perjudica a los trabajadores, sino también a proveedores locales que habían sostenido su crecimiento con El Arco. A pesar de ello, hay algunas recomendaciones para los afectados que buscan reubicarse o saldar deudas pendientes:
- Consultar planes de reempleo ofrecidos por otras cadenas.
- Revisar con urgencia las prestaciones y coberturas tras el ERTE.
- Negociar acuerdos de pago con proveedores más pequeños para evitar litigios.
El futuro inmediato del sector en Asturias depende ahora de cómo se adapten las cadenas restantes a la nueva realidad de la distribución. Mientras tanto, el nombre de El Arco, referente durante décadas, se despide de los lineales de supermercado y deja tras de sí un vacío empresarial difícil de cubrir.