Seguro que más de una vez has salido tarde de trabajar o de fiesta y has acabado en Vips devorando tortitas. Ese pequeño refugio de luz roja y blanca, plantado en la calle Julián Romea de Madrid desde 1969, bajó la persiana sin hacer ruido en 2025. No ha habido despedidas multitudinarias ni selfies con la fachada: solo cuatro carteles que rezan «Perdonen las molestias por no volver a servir tortitas en este local».
Tan cotidiano era entrar a por flores, un cargador o un batido, que su cierre duele como esas tiendas de barrio que un día ya no están. Y, por extraño que parezca, la primera pieza del dominó Vips cae justo cuando muchos la daban por inmortal.
¿Por qué se ha apagado el neón de Julián Romea?
El local pionero de Vips en España ha sido testigo de más de cinco décadas de horarios imposibles y compras de última hora. Sin embargo, la propia evolución de la cadena ha dejado obsoleto su concepto original de cafetería‑tienda abierta casi 24 horas. Desde 2017, la compañía venía eliminando esas “tiendas de conveniencia” internas para centrarse solo en restauración, un viraje que ha vaciado de sentido al mítico establecimiento madrileño.
Por otro lado, la matriz actual, el grupo mexicano Alsea, ajusta su red desde que compró el 100 % de Vips en 2018 por 500 millones de euros (una cifra que no cabe ni en la bandeja más grande). Y aunque el cierre de un solo local parezca menor, simboliza el fin de una era en la que podías salir con un sándwich y, de paso, el regalo de cumpleaños.
¿Cómo nació el fenómeno Vips y por qué nos enganchó?
En 1964, los hermanos mexicanos Plácido, Manuel y Jerónimo Arango estrenaron en Ciudad de México un “diner” que abría 24 horas: el primer Vips. Cinco años después, aterrizaba en la capital española con tortillas, batidos y sándwiches que parecían sacados de una película americana, pero a precio patrio. La clave era su tienda obligatoria a la entrada y salida, donde encontrabas desde periódicos hasta un ramo de emergencia en San Valentín. A continuación tienes los hitos que marcaron esta historia:
Año | Hito relevante | Dónde ocurrió |
---|---|---|
1969 | Apertura del primer Vips español | Calle Julián Romea, Madrid |
1987 | Suma de la cadena italiana Ginos | España |
1996 | Lanzamiento de la tarjeta Club Vips | Toda la red |
2001 | Alianza con Starbucks | Mercado español |
2009 | Reestructuración y cierre de >100 locales | Varias ciudades |
2018 | Venta a Alsea por 500 millones € | Operación internacional |
Como ves, la marca pasó de ser un simple “diner” a tejer un pequeño imperio de cafeterías, pizzas y cafés de sirena verde.
Durante los 2000, Vips pisó el acelerador, pero en 2009 reconoció que había crecido “de forma desaforada”. El resultado fue el cierre de más de un centenar de restaurantes y la despedida de insignias menos rentables como Bice, Teatriz y El Bodegón. Aun así, las cifras siguieron en números rojos: en 2014 perdió 3,2 millones de euros, y en 2016 apenas arañó 106.000 euros de beneficio neto.
Para salvar los muebles, la compañía vendió su parte en Starbucks y apostó por franquicias. El remate llegó en 2017, cuando las tiendas internas se esfumaron y Vips quedó en versión “solo cocina”. Con ese menú más ligero, Alsea vio oportunidad y pagó los ya citados 500 millones de euros en 2018. De ahí que el cierre del local de Julián Romea sea, en parte, la factura final de un pasado que ya no encaja en la nueva estrategia.
¿Qué puedo hacer ahora si era fan del Vips de toda la vida?
Perder el “Vips de siempre” no implica renunciar a tus tortitas. Para orientarte, sigue estos pasos:
- Busca tu Vips más cercano en la web o app oficial; muchos siguen abiertos, aunque con horario estándar.
- Si aún conservas la tarjeta Club Vips, pregunta en caja: históricamente acumuló 1,7 millones de socios y todavía sirve para descuentos.
- Echa un vistazo a Ginos o Friday’s (también de Alsea) si te apetece variar sin salir del grupo.
- Recuerda que las tiendas internas ya no existen: toca comprar el cargador en otro lado, pero al menos la comida llega más rápido a la mesa.
Así que, aunque el neón de Julián Romea se haya apagado, siempre habrá un rincón para hincarle el diente a esas tortitas que saben a madrugada.
Pues si Vips era mi favorito para comprar periodicos y revistas y de paso algo de comer. Tambien hice amisad con los que me atendian en caja y demas. Que pena me dio en su dia. Ya ni entro para que si ademas los precios de sus menus y comidas son algo caros.ambien hizo que perdieran mucha gente su empleo.