El ciervo en celo y la burra que rompieron internet: ¿cómo puede ocurrir una conducta tan extraña?

Este extraño comportamiento se ha convertido en todo un fenómeno viral en los últimos tiempos, especialmente entre los cazadores, quienes no dudan en compartir este tipo de imágenes cuando llega la temporada de la berrea. Y si bien este video, que muestra a un ciervo intentando montar a una burra, genera toda clase de preguntas, vamos a explicarlo con calma. ¿Es esto algo que realmente pasa a menudo? ¿Qué está detrás de esta particular conducta animal?

El «por qué» del comportamiento del ciervo: ¿Una confusión o algo más?

Lo primero que tenemos que aclarar es que los animales no siempre actúan de manera lógica para nosotros, los humanos. En este caso, la interferencia reproductiva parece ser la causa más probable del comportamiento del ciervo. Pero, ¿qué significa esto exactamente? Este término hace referencia a situaciones en las que un animal no reconoce correctamente a su pareja potencial, y acaba intentando copular con una especie diferente. Un claro ejemplo de esto ocurrió en 2017, cuando un macaco japonés intentó aparearse con una cierva en Japón. Aunque parezca extraño, no es un fenómeno tan aislado como pensamos.

Sin embargo, algunos científicos también sugieren que el ciervo podría estar aprendiendo sobre la cópula en su primer celo. Pero dado que el ciervo en este vídeo es un macho adulto, esta explicación resulta menos probable. La opción que gana más terreno es la teoría de la «privación de pareja».

¿Qué es la privación de pareja y cómo influye en el comportamiento animal?

La privación de pareja es una teoría que sostiene que los machos con acceso limitado a hembras durante la temporada de celo tienen más probabilidades de mostrar comportamientos inusuales. En otras palabras, si el ciervo no pudo competir adecuadamente con los machos más dominantes por el derecho a aparearse con las hembras, podría haber «recurrido» a una burra como una opción más.

La berrea, ese periodo de celo tan característico de los ciervos, tiene lugar entre septiembre y octubre, momento en el que los machos compiten ferozmente para ganar un harén de hembras. Aquellos ciervos que pierden en estas luchas suelen quedar sin pareja y, a veces, buscan alternativas como en este caso. Este ciervo en concreto, posiblemente un macho periférico (es decir, uno que no tiene acceso a las hembras), al encontrarse con una burra, simplemente la confundió con una hembra de su especie y, sin pensarlo demasiado, intentó montarla.

¿Pueden tener descendencia un ciervo y una burra?

Aunque lo que hace el ciervo puede parecerle un tanto extraño, es importante aclarar que este comportamiento no tiene consecuencias reproductivas. A pesar de que intenten copular, el ciervo y la burra son especies genéticamente incompatibles, por lo que no pueden producir descendencia híbrida. De hecho, este tipo de encuentros no es más que una curiosidad de la naturaleza, algo que nos muestra la complejidad del comportamiento sexual animal, influenciado por factores sociales, ambientales y biológicos.

La berrea: Un fenómeno natural fascinante

Y para entender mejor por qué los ciervos actúan así, es esencial saber un poco más sobre la berrea. Este es el periodo de celo del ciervo, donde los machos emiten fuertes bramidos para atraer a las hembras y advertir a los rivales de su presencia. Este sonido puede ser escuchado a varios kilómetros de distancia y tiene varias funciones: atraer a las hembras, marcar el territorio y demostrar la fuerza del macho para intimidar a otros machos. Además de la berrea, los ciervos también restriegan sus cuernas contra los árboles, dejando su olor, y participan en intensas peleas, aunque no suelen ser mortales, sino que sirven para demostrar su dominio.

Por tanto, este comportamiento observado no es tan raro en el mundo animal, y más aún en los ciervos, cuyo celo y competencia para aparearse son clave para su reproducción.

Deja un comentario