El economista Iñaki Arcocha alerta: el café mañanero puede costarte 10.000 euros en diez años “Un café diario. 2 €. Todos los días. Son 700″

El economista señala que los “gastos hormiga” minan el ahorro y sugiere invertir pequeñas cantidades para hacer crecer el dinero, incluso en un contexto de inflación y precios al alza.

Ahorrar cuando los alquileres superan los 1.500 euros, los suministros se encarecen y la cesta de la compra no da tregua parece misión imposible. Aun así, el economista Iñaki Arcocha pone el foco en los “gastos hormiga” y en la inversión como palancas para marcar la diferencia a largo plazo.

Cómo los gastos hormiga del café diario reducen el ahorro de trabajadores

¿De verdad un café al día puede marcar tanta diferencia? Arcocha lo ejemplifica con un cálculo sencillo: “Un café diario. Dos euros. Todos los días. Son 700 euros al año. Eso si lo inviertes al 5% durante 10 años son 10.000 euros”, explica en una intervención en Roca Podcast. De ahí que su mensaje sea contundente: “Piensa en todos los pequeños dos euros que puedes eliminar para tener un mejor futuro”.

A modo de resumen de su ejemplo, esta es la foto:

ConceptoDato del ejemplo de Iñaki Arcocha
Gasto diario2 € por café
Gasto anual aproximado700 €
Horizonte temporal10 años
Rentabilidad supuesta5%
Resultado estimado10.000 €

La clave no es demonizar un capricho aislado, sino entender el efecto acumulado de esos pequeños desembolsos cotidianos que pasan desapercibidos.

Invertir pequeñas cantidades para combatir la inflación y mejorar el ahorro

Arcocha insiste en que limitarse a guardar dinero no basta cuando los precios suben: “Ahorrar sin invertir es como pagar un buffet y no repetir”. Por tanto, propone dar destino a esas pequeñas cantidades para que trabajen a favor del ahorrador y no se las coma la inflación. ¿Y si, en lugar de gastar sin pensar, se invierten esos euros que sobran cada día?

Entre los gastos que menciona como ejemplo (los que conviene revisar) están algunos muy habituales:

  • Cafés diarios, plataformas de streaming, bandejas de sushi y aperitivos improvisados.

No se trata de suprimir toda concesión, sino de priorizar. Identificar qué tiene una frecuencia diaria o semanal y ajustar hábitos puede liberar un margen que, invertido con constancia, se transforma con el tiempo.

Educación financiera y cambio de mentalidad para priorizar el ahorro constante

El economista subraya que el verdadero cambio es cultural: educación financiera para comprender intereses, inversiones seguras y planificación a largo plazo. En consecuencia, conocer cómo funciona el tiempo a favor del dinero marca la diferencia entre vivir al día o aspirar a un mayor bienestar futuro. ¿Hace falta renunciar a todo? No: se trata de elegir y mantener el rumbo.

Más allá de los números, Arcocha propone una mentalidad de constancia y prioridad: si el objetivo es ganar estabilidad, cada pequeño gesto cuenta y se multiplica con los años. Lo resume en una idea sencilla y directa: “Si eres lo suficientemente constante durante el tiempo suficiente, te va a ir bien”.

En definitiva, revisar los “gastos hormiga” y canalizarlos hacia la inversión puede ser el empujón que muchos trabajadores necesitan para empezar a construir un colchón financiero, incluso en tiempos de precios al alza. Su mensaje es claro y, por qué no decirlo, bastante práctico.

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