El hombre que compró por intenet un “carné internacional de fantasía” y acabó sembrando el pánico en Lugo

¿Alguna vez has pensado que en Internet se vende absolutamente de todo, incluso permisos para tomar curvas con extra de valentía? Pues este jueves un vecino de Lugo demostró que, cuando mezclas un “carné internacional de fantasía” con alcohol y una velocidad más alegre de la cuenta, el resultado es un caos de los que se recuerdan.

A las tres de la madrugada, su coche se desvió treinta metros y acabó sembrando el pánico (pero, por fortuna, no dejó heridos) en la Ronda das Fontiñas. Tras la estampida motorizada, el conductor intentó esfumarse, aunque la Policía Local le puso el ojo encima en un abrir y cerrar de luces azules. Y lo mejor (o lo peor, según se mire): cuando los agentes pidieron la documentación, él les regaló un “permiso internacional” salido de la impresora y la imaginación.

¿Qué ocurrió exactamente frente al número 83 de Fontiñas?

Primero, el estruendo: a las 03:00, el turismo perdió la línea recta y, cual bola de billar descontrolada, atravesó un tramo de la calzada en apenas segundos. Los testigos vieron cómo el conductor, que más tarde soplaría 0,73 mg/l en la prueba de alcoholemia, se justificaba diciendo que un gato se había cruzado en su camino.

Después, la fuga: con el coche hecho un acordeón y aun echando humo, decidió abandonar la escena. No llegó lejos. Una patrulla lo localizó y descubrió que la supuesta licencia era poco más que un souvenir comprado online.

¿Cuáles fueron los destrozos más sonados?

Antes de que el silencio volviera a la calle, el vehículo había dejado un reguero de objetos a su paso:

  • parte de la terraza de un bar,
  • 7 contenedores de basura,
  • 2 bolardos metálicos.

Tras la lista de estragos, los vecinos solo podían contar los daños materiales y agradecer que ningún peatón madrugador pasara por allí en ese momento.

¿Qué es exactamente un “permiso internacional de fantasía”?

En el argot policial, así llaman a los carnés falsificados que pululan por la red: copias que imitan sellos, hologramas y tipografías oficiales, pero que no tienen la menor validez legal. En teoría sirven para “conducir” en cualquier país; en la práctica, solo conducen a un juzgado.

En este caso, el documento pretendía suplantar un permiso real, aunque bastó un vistazo rápido para que los agentes percibieran la falta de holograma auténtico y el papel de baja calidad.

¿A qué delito se enfrenta el conductor?

El positivo de 0,73 mg/l supera con holgura el límite penal, por lo que la infracción se eleva a delito contra la seguridad vial. Además, la fuga tras el accidente y el uso de un carné falso agravan todavía más su situación judicial. Ahora deberá responder no solo por la tasa de alcohol, sino también por los cuantiosos daños materiales causados en la vía pública.

Claves para evitar que te den gato (o carné) por liebre

Aunque pocos intenten circular con documentos de fantasía, conviene recordar un par de gestos básicos. Primero, si compras o alquilas un vehículo de segunda mano, verifica que la documentación del conductor anterior está en regla: número de serie, hologramas y, si hace falta, llamada rápida a Tráfico. Segundo, si presencias un accidente similar, prioriza la seguridad: mantén la distancia, avisa al 092 o al 112 y aporta los datos que puedas (hora, matrícula, dirección). Así ayudarás a que episodios surrealistas como este queden en una mera anécdota… y en las páginas de sucesos.

Deja un comentario