La reventa de citas previas del SEPE, con precios que pueden llegar hasta los 100 euros, se ha convertido en un negocio estable mientras el Ministerio de Trabajo presenta nuevas denuncias para intentar frenarla. Sofía, despedida de una pequeña empresa de Lleida a principios de noviembre, pasó diez días frente al ordenador actualizando la web del SEPE para pedir cita y poder solicitar el paro. Ni en Lleida ni en ninguna otra oficina de su provincia encontraba hueco, con el plazo de quince días para pedir la prestación a punto de agotarse.
Una amiga le facilitó el contacto de un hombre que ofrecía conseguir cita al instante a través de una plataforma de anuncios. En cuestión de minutos obtuvo turno para dos días después. El precio habitual eran 35 euros, pero por la urgencia terminó pagando 45, muy por debajo de otros casos en los que se llegan a cobrar 99,99 euros por una sola cita.
Cómo funciona la compraventa de citas previas del SEPE en internet
El caso de Sofía no es aislado. En portales de anuncios pueden encontrarse decenas de perfiles que prometen conseguir cita en el SEPE, en Extranjería o en oficinas de atención ciudadana de distintas ciudades de España. Algunos se presentan como particulares sin foto ni datos verificables; otros se anuncian como gestores profesionales, pero se niegan a aportar más información o emitir factura, aunque insisten en que su actividad es totalmente legal.
Entre los anuncios se repiten una serie de patrones que muestran cómo se ha normalizado este mercado paralelo de citas previas:
- Precios que van desde los 30 hasta los 100 euros por cada cita prometida.
- Compromiso de conseguir turno en cuestión de minutos o en un máximo de tres días hábiles.
- Petición de datos personales como nombre y apellidos, DNI o NIE, correo electrónico y código postal para cerrar la gestión.
Un vendedor de Madrid, por ejemplo, cobra 40 euros y asegura que consigue las citas “a través de la página web” gracias a ciertos “trucos”. Según la información que llega a los sindicatos, muchos de estos negocios utilizan bots y herramientas informáticas para automatizar la búsqueda y acaparar un gran número de turnos al día en las diferentes oficinas.
En locutorios dedicados a esta actividad se acumulan DNIs y, cada jornada, se piden decenas de citas que se guardan en cartera. Cuando aparece un cliente dispuesto a pagar, se cancela la cita más conveniente que ya tenían y se reserva de inmediato a su nombre, lo que termina colapsando aún más el sistema y reduciendo la disponibilidad para quienes intentan acceder por la vía ordinaria.
Denuncias del Ministerio de Trabajo y medidas antifraude para frenarla
La Administración conoce estas prácticas desde 2020, cuando el director provincial del SEPE en Barcelona presentó una denuncia ante la Fiscalía. El procedimiento se archivó en mayo de 2021 por falta de pruebas. Cinco años después, este mes de noviembre, el Ministerio de Trabajo ha vuelto a actuar con una denuncia ante la Jefatura Superior de Policía de Catalunya, después de que Manos Limpias anunciara otra denuncia ante la Fiscalía contra el director general del SEPE por inacción.
Trabajo asegura que la venta fraudulenta de citas se sigue detectando en un puñado de provincias y que se ha trasladado información a los responsables del SEPE en las zonas más afectadas para que actúen y ejerzan las acciones legales que consideren oportunas. Además, se han implantado progresivamente medidas antifraude para tratar de evitar la obtención masiva o irregular de turnos.
Entre esas medidas destacan algunas limitaciones técnicas que buscan frenar a bots y revendedores:
| Medida antifraude del SEPE | Objetivo declarado |
|---|---|
| Límite de citas activas por cada DNI y por teléfono | Evitar la obtención masiva e irregular de citas previas |
| Liberación aleatoria de las citas que se cancelan | Impedir que se monitoricen cancelaciones para acapararlas al instante |
Estas barreras pretenden dificultar el negocio de quienes monitorizan el sistema, pero, según los testimonios recogidos, siguen sin impedir que muchos desempleados se vean sin opciones y terminen recurriendo a pagar por un servicio público que debería ser gratuito. Dicho en plata, la trampa sigue saliendo demasiado a cuenta.
Personas desempleadas atrapadas entre la falta de personal y el fraude
El problema no se limita a la picaresca de unos pocos. Los sindicatos vinculan directamente la escasez de citas con la falta de personal en el SEPE, tras años de recortes y un elevado número de jubilaciones que han dejado incluso oficinas vacías. Con la pandemia, en 2020, el método que empezó en Extranjería en 2019, cuando los locutorios cobraban alrededor de 10 euros por conseguir cita, saltó al SEPE en un contexto de despidos, ERE y ERTE que dispararon la demanda de atención. El resultado es que hay personas que terminan pagando para ser atendidas en un servicio público y gratuito que, sin embargo, se ha vuelto inaccesible para muchos.
Carmen, desempleada de avanzada edad en la provincia de Lleida, lleva mes y medio intentando conseguir cita mañana, tarde y noche, sin éxito ni por teléfono ni por la web. Llegó a obtener un turno a dos horas en coche de su domicilio, en el Pirineo, algo inviable para ella, y bromea con que la próxima cita se la darán en Andorra. Asegura que es afortunada porque puede mantenerse, pero le preocupa la situación de quienes no pueden, especialmente personas inmigrantes que pagan lo que sea por no perder sus derechos.
Desde el Col·legi Oficial de Gestors Administratius de Catalunya se denuncia, además, que hay perfiles que se hacen pasar por empresas reales e incluso utilizan su logo sin permiso, lo que complica todavía más la relación entre la ciudadanía y la Administración. Sus responsables lamentan que, pese a conocer este problema desde hace años, las administraciones no lo hayan erradicado.
Presolicitud de prestación del SEPE como alternativa para no perder paro
Ante el miedo a que se agote el plazo de quince días para solicitar el paro, existe una herramienta en la propia web del SEPE que muchas personas desconocen: el trámite de presolicitud de prestación. Este formulario tiene en cuenta la fecha en la que el ciudadano intenta gestionar su ayuda, aunque no consiga cita previa, y permite no perder días de protección.
Sin embargo, la presolicitud no adelanta la atención ni sustituye el trato presencial. No permite plantear dudas ni hacer preguntas, algo que el personal del SEPE considera esencial en un servicio de atención al ciudadano. Representantes de la plantilla, como el coordinador de CSIF en el organismo, advierten de que la principal causa de que todo esto siga ocurriendo es la falta de personal en las oficinas y que, aunque el Ministerio de Trabajo está aumentando las ofertas de empleo público, estas no bastan para compensar las jubilaciones y los recortes previos.
Mientras la venta ilegal de citas continúe siendo un negocio rentable y las oficinas no cuenten con recursos suficientes, el guion se repetirá: personas desempleadas atrapadas entre un sistema colapsado y la tentación de pagar por algo que debería estar al alcance de todos. Y, visto lo visto, la película se sigue proyectando a diario.







