Más de dos años después de su presentación, la norma que impulsa Trabajo busca consenso, poner coto a los falsos becarios y, si hay acuerdo, entrar en vigor en el último cuatrimestre del año, reconociendo nuevos derechos a quienes realizan prácticas.
Tras el parón estival, el departamento de Yolanda Díaz vuelve a poner el foco en el Estatuto del Becario, junto al alza del salario mínimo y la reducción de la jornada. En septiembre regresará a la mesa del Ministerio de Trabajo. En los últimos siete años, los falsos becarios han supuesto a las empresas un ahorro de casi 20.000 millones en salarios y más de 8.500 millones en cotizaciones, según RUGE‑UGT. El objetivo es frenar esa precarización, especialmente en las prácticas extracurriculares.
Qué cambia con el nuevo Estatuto del Becario propuesto por Trabajo
La norma aspira a regular las prácticas no laborales realizadas mediante convenios de colaboración y a fijar derechos mínimos. ¿Qué verían los estudiantes en su día a día?
- Compensación de gastos en transporte y manutención durante las prácticas.
- Tutorización para asegurar una formación adecuada y vinculada a los estudios.
- Prohibición de asignar trabajos estructurales a quienes están en prácticas.
- Diferencia con contratos formativos: estos sí crean relación laboral y salario.
En pocas palabras, se refuerza el carácter formativo de las prácticas y se separa claramente de los contratos formativos, a los que hoy recurren pocas empresas.
Limitaciones de prácticas curriculares y extracurriculares y tope de becarios
El texto fija límites para acotar el abuso, tanto en duración como en volumen dentro de las empresas.
Aspecto | Límite propuesto |
---|---|
Prácticas curriculares | Hasta el 25% de los créditos de la titulación |
Prácticas extracurriculares | Hasta el 15% o 480 horas |
Porcentaje de becarios por empresa | Máximo del 20% de la plantilla |
Por consiguiente, se pretende evitar que un empleo barato se esconda tras el disfraz de actividad formativa.
Fechas previstas de aprobación y entrada en vigor durante 2025
El proceso ha sido largo. En junio de 2023, Trabajo alcanzó un acuerdo con UGT y CCOO; CEOE y Cepyme se descolgaron. En 2024 se sometió a consulta. El 21 de julio de 2025 obtuvo luz verde en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE), paso previo al Consejo de Ministros. Sin embargo, el 29 de julio no entró en la agenda, al priorizarse los nuevos permisos por nacimiento y cuidados, una decisión que no evitó la sanción de la Comisión Europea.
Trabajo pretende alcanzar un consenso y que la norma entre en vigor en el último cuatrimestre, con aprobación en el segundo semestre de 2025. No obstante, a día de hoy sigue pendiente y no entrará en vigor en el curso 2025‑2026.
Quién apoya el texto, quién se opone y qué organismos intervienen
El texto está consensuado principalmente con los sindicatos, mientras que persisten reticencias en sectores empresariales y universitarios. La CEOE ha solicitado cambios, especialmente sobre el límite de becarios y la definición de condiciones. ¿Quién gana y quién teme los cambios? Por un lado, los estudiantes verían garantizados derechos básicos; por otro, las empresas tendrían que adaptarse.
El itinerario institucional prevé aprobación en Consejo de Ministros y, posteriormente, tramitación en Congreso y Senado. Una vez aprobada definitivamente, la puesta en marcha sería gradual para facilitar la adaptación. Hasta que eso ocurra, los becarios seguirán sin compensación completa de gastos ni vacaciones retribuidas como los trabajadores.