La Seguridad Social, que ya reformó el cese de actividad en 2022, está dispuesta a revisarlo de nuevo ante las altas denegaciones registradas este año. ATA, UPTA y UATAE llevarán sus propuestas a la mesa que arrancará en septiembre.
La actualización de las cuotas de los autónomos a partir de 2026, vinculadas progresivamente a los ingresos con el sistema estrenado en 2023, es la tarea prioritaria del Ministerio de Seguridad Social que dirige Elma Saiz. Pero no irá sola: el Ejecutivo abre la puerta a volver a retocar la prestación por cese de actividad, el «paro» de los autónomos, tras constatarse que muchas solicitudes se siguen rechazando.
La negociación de cuotas desde 2026 también revisará el cese de actividad
El secretario de Estado, Borja Suárez, lo resumió así: “Es un momento adecuado para evaluar e introducir los elementos en esa prestación (cese de actividad) y en otras que pudiera haber. Este es el momento para hacerlo”. El Ministerio apunta que el proceso “ni siquiera ha comenzado”, pero se declara abierto a escuchar a los agentes sociales y a las asociaciones más representativas.
¿Y por qué importa? Porque esta ayuda, gestionada por las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, pretende garantizar ingresos a quienes cierran su negocio tras haber cotizado por la contingencia.
Antes de avanzar, esto es lo que se pondrá sobre la mesa en septiembre:
- Ajuste de cuotas por ingresos reales a partir de 2026.
- Revisión del acceso y requisitos del cese de actividad.
- Puesta en marcha efectiva del observatorio de seguimiento comprometido en 2022.
- Homogeneización de criterios entre mutuas colaboradoras de la Seguridad Social.
- Debate sobre el acceso de autónomos al subsidio para mayores de 52 años.
En pocas palabras: no solo se hablará de cuotas; también de protección y de cómo hacer que llegue a quien la necesita.
Por qué se deniega la prestación por cese de actividad y qué piden ATA, UPTA y UATAE ahora
Los datos preocupan. En 2023 se denegó el 46% de las solicitudes y, hasta mayo de 2024, el 60%. Las organizaciones valoran las mejoras de 2019 y 2022, pero las consideran insuficientes: muchos profesionales siguen quedando fuera pese a haber cotizado.
¿Dónde está el atasco? Principalmente en acreditar el cierre involuntario del negocio. Además, hay disparidad de criterios entre mutuas, lo que genera desigualdades. Un tercio de las reclamaciones se estimaron (607 el año pasado), prueba de que la ayuda sí correspondía. UPTA propone que el propio cierre y la baja como autónomo den derecho a la prestación, ligada a la búsqueda activa de empleo. UATAE pide, además, abordar el acceso al subsidio para mayores de 52 años.
A continuación, los motivos de denegación comunicados este año y su peso relativo:
Motivo de rechazo (2024) | Porcentaje |
---|---|
No acreditar el cese involuntario | 62% |
No acreditar el mínimo cotizado | 6% |
No estar al corriente del pago de las cuotas | 3% |
Otras causas | 28% |
Según las estadísticas de la Seguridad Social, también influyen los requisitos de pérdidas de facturación, especialmente en quienes tributan por módulos.
Qué ha cambiado en el cese de actividad desde 2019 y qué falta por poner en marcha
Desde 2019, la cotización por cese pasó a ser obligatoria y la duración máxima del paro se duplicó hasta dos años. En 2022, con el nuevo sistema por ingresos, se facilitó el acceso (ajustando mínimos de cotización), se creó el cese parcial y modalidades asimiladas a los nuevos ERTE por crisis cíclicas o sectoriales.
¿Quiénes pueden solicitar esta prestación? Autónomos que se ven obligados a cerrar, acreditan el cese y cumplen los mínimos de cotización; su gestión corresponde a las mutuas. Queda pendiente el Observatorio pactado en 2022: se constituyó en febrero de 2024, pero no ha vuelto a reunirse. CCOO reclama su activación, y el Ministerio reconoce que está “pendiente” y que puede ser útil para afinar la cobertura.