Expertos advierten que sentirse culpable por tener tiempo libre en un síntoma de productividad tóxica: La obsesión por trabajar más está ligada a sentimientos de vergüenza y ansiedad

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La obsesión por “hacer más” alimenta la culpa durante el ocio y puede derivar en ansiedad, depresión y burnout, según la psicoterapeuta Israa Nasir. La productividad debería liberar tiempo personal, no invadirlo.

La productividad, entendida como rendimiento y eficiencia, es una herramienta para vivir mejor: hacer las tareas en menos tiempo para reservar espacio a la familia, el deporte o las relaciones sociales. Sin embargo, cuando esa búsqueda de la máxima eficiencia desplaza el descanso y el ocio, se convierte en productividad tóxica. Israa Nasir, psicoterapeuta y autora de «Toxic Productivity», advierte que este fenómeno es más común de lo que pensamos y puede acabar en ansiedad, depresión y burnout. Así de claro.

Qué es la productividad tóxica y cómo genera culpa y ansiedad

¿Te sientes culpable cuando descansas? Esa señal importa. La productividad deja de ser útil cuando domina todos los ámbitos de la vida y la identidad se reduce a resultados. Nasir resume el riesgo en una idea central: “Una de las razones más importantes por las que la gente se centra tanto en la productividad es porque nos hace sentir bien con nosotros mismos. La productividad también puede crear un desequilibrio en tu vida cuando es lo único que importa. Es la forma más rápida de agotarse”.

De ahí que la culpa aparezca justo cuando toca desconectar. La psicoterapeuta explica que el descanso se malinterpreta como pérdida de tiempo, lo que dispara la ansiedad y bloquea la recuperación. ¿El resultado? Se trabaja más, se disfruta menos y la vida personal queda en segundo plano.

Síntomas de productividad tóxica: exceso de compromiso, descanso nulo y multitarea

Uno de los primeros signos es el exceso de compromiso. La «Cultura del ajetreo» empuja a llenar la agenda, aunque eso deteriore el rendimiento. Bill Gates lo resumía con una idea sencilla: “No es un indicador de tu seriedad el hecho de que hayas ocupado cada minuto de tu agenda”.

Otro síntoma es la culpa por descansar. “La culpa es una emoción orientada a la acción. Cuando sentimos que deberíamos hacer algo con el tiempo, la forma de aliviar la culpa es actuar. ‘No debería dormir hasta tarde’ o ‘No debería ver la televisión’”, explica Nasir.

La multitarea tampoco ayuda: según una investigación de la Universidad de Stanford, puede hacernos hasta un 40% menos productivos que trabajar de forma secuencial.

Resumen de señales y efectos más habituales

SíntomaQué sucedePosible consecuencia
Exceso de compromisoAgenda llena por la ‘Cultura del ajetreo’Agotamiento y más errores
Culpa por descansarEl descanso se ve como pérdida de tiempo y genera vergüenzaAnsiedad y dificultad para desconectar
MultitareaHasta un 40% menos productivo frente al trabajo una cosa detrás de otraMayor cansancio y menor eficacia

Consejos prácticos para frenar la productividad tóxica y proteger tu bienestar

¿Trabajas con la agenda “a tope”? Decir “no” a tiempo evita cargas imposibles y te permite cuidar lo importante. Además, programa el ocio como prioridad: bloquear en la agenda el gimnasio, las comidas familiares o quedar con amigos ayuda a respetar esos espacios. Por otro lado, el descanso no es pereza: también forma parte de la productividad. Y un apunte clave: cambia la multitarea por tareas una detrás de otra; tu cerebro lo notará.

  • Di “no” a nuevas tareas cuando sea necesario y protege tu tiempo.
  • Bloquea en tu agenda el deporte, familia y amigos con la misma prioridad que el trabajo.
  • Considera el descanso como parte del rendimiento, no como una pérdida de tiempo.
  • Sustituye la multitarea por un trabajo secuencial para ser más efectivo.

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