El pacto político definitivo suprime los controles de personas y mercancías entre el Peñón y La Línea y garantiza la libre circulación tras cinco años de negociaciones post‑Brexit.
El Reino Unido, España y la Unión Europea alcanzaron este miércoles en Bruselas un acuerdo considerado “histórico” para Gibraltar. El texto, rubricado por los ministros de Asuntos Exteriores David Lammy y José Manuel Albares junto al comisario europeo Maroš Šefčovič y el ministro principal Fabián Picardo, pone fin a los controles fronterizos que amenazaban con instaurar una “frontera dura” tras el Brexit.
Bajo el nuevo marco, las inspecciones de pasaportes de los viajeros que aterricen en el aeropuerto de Gibraltar correrán a cargo de funcionarios gibraltareños y españoles. El Foreign Office defendió que el sistema replica el modelo aplicado en la estación londinense de St Pancras para los trenes Eurostar.
El acuerdo sobre Gibraltar elimina los controles fronterizos y evita largas demoras económicas
Según Londres, el entendimiento protege la soberanía británica y “permite a las empresas volver a planificar a largo plazo”. Para Lammy, “sin un nuevo acuerdo, el sistema de entrada y salida de la UE habría introducido una ‘frontera dura’ en la que se revisaría cada pasaporte”. El departamento británico advierte de que los atascos habrían costado “cientos de millones al año” a la economía local.
Cada día unas 15.000 personas (más de la mitad de la fuerza laboral gibraltareña) cruzan la verja para trabajar o realizar gestiones. Evitar colas y controles resulta, por tanto, decisivo para la prosperidad compartida de la zona.
Los detalles del pacto avalado por Lammy, Albares, Šefčovič y Picardo en Bruselas
El acuerdo incluye una cláusula que deja intacta la soberanía británica sobre el Peñón y mantiene la autonomía operativa de las instalaciones militares. Además, el aeropuerto seguirá bajo la gestión del Ministerio de Defensa británico, aunque compartirá el control documental con España.
Desde Madrid, Albares celebró un “acuerdo político definitivo” que “marca un antes y un después para la estabilidad y el bienestar” de la región. Picardo, por su parte, subrayó que el texto “brindará seguridad jurídica a los gibraltareños, a sus empresas y a quienes dependen de la estabilidad en la frontera”.
Un pacto que evita la ‘frontera dura’ y protege más de 15.000 empleos transfronterizos
La supresión de controles elimina el riesgo de embudos en la verja, algo temido cuando la UE implantara su sistema de entradas y salidas a finales de este año. Con el nuevo esquema, los residentes de Gibraltar y los ciudadanos españoles mantendrán la libre circulación sin sellado de pasaportes.
Reino Unido y la UE se comprometen ahora a cerrar cuanto antes el tratado definitivo que dé forma legal al acuerdo. Mientras tanto, la Comisión Europea destaca que la solución “salvaguarda la integridad de Schengen y el Mercado Único” al tiempo que garantiza “prosperidad para la región”.
Contexto histórico y próximos pasos tras un conflicto de más de tres siglos
La soberanía de Gibraltar, cedida a Londres en 1713 mediante el Tratado de Utrecht, ha sido motivo de disputa constante. Las negociaciones actuales comenzaron en 2020, cuando el Reino Unido abandonó el club comunitario. El objetivo compartido de las partes es evitar que el Peñón se convierta en una nueva barrera física en la Europa continental.
Con el compromiso político en la mano, resta ultimar la letra pequeña del tratado y ratificarlo. Hasta entonces, el acuerdo ofrece un respiro a los 32.000 habitantes del Peñón y a la economía de ambos lados del Estrecho, que contarán con un marco estable para seguir creciendo sin fronteras.