Giro de 180 grados en este colegio catalán que apuesta por menos pantallas: “todo lo que se pueda en papel”

Libros y bolígrafo recuperan protagonismo en la Escola Pia de Caldes de Montbui, donde han decidido retrasar el uso de ordenadores y móviles en las aulas para reforzar la caligrafía y la motricidad de los estudiantes.

La Escola Pia de Caldes de Montbui (Barcelona) ha decidido dar un paso atrás en el uso intensivo de dispositivos electrónicos. A los alumnos de la E.S.O. “no se les entendía la letra” y, además, tenían poca destreza a la hora de afrontar tareas en papel. Con la idea de consolidar la caligrafía y fomentar la capacidad de estructurar mejor las ideas, el centro ha optado por recuperar los libros y el bolígrafo en buena parte de las asignaturas.

Es así como han dejado de repartir ordenadores en 4º de primaria, atrasando su entrega hasta 5º y procurando que, en la E.S.O., solo se utilicen cuando sea estrictamente necesario. ¿Te parece sorprendente? El resultado, de momento, está siendo positivo, con mejoras en la escritura y una mayor autonomía en el manejo de las tareas manuales.

La reflexión sociolaboral detrás de la reducción de los ordenadores en el aula

Las profesoras de la Escola Pia explican que el uso prematuro y excesivo de ordenadores podía repercutir en la formación integral de los futuros trabajadores. No se trataba únicamente de la caligrafía: en la E.S.O., la inmediatez digital hacía que algunos estudiantes no reflexionasen a fondo las respuestas o la estructura de un texto.

Según señalan, “tenemos que volver a poner bases sólidas”. De ahí que se haya decidido reforzar la motricidad fina y la capacidad de ordenar ideas en papel, convencidos de que ello repercutirá en las habilidades cognitivas y, en última instancia, en la preparación sociolaboral del alumnado.

Cómo repercute el uso equilibrado de dispositivos en el futuro laboral del alumnado

Las docentes reconocen que la tecnología “ha venido para quedarse”, pero insisten en encontrar el equilibrio. De hecho, resaltan que un buen dominio de la caligrafía y la escritura a mano no está reñido con la competencia digital: una base sólida ayuda a desarrollar después mejores habilidades tecnológicas.

A modo de ejemplo, muchos reclutadores valoran la comunicación escrita clara y ordenada, independientemente de que se trabaje en ordenador o no. Por eso, en este colegio se aboga por un aprendizaje progresivo de las herramientas digitales, sin descuidar la enseñanza tradicional.

Medidas progresivas y consecuencias inmediatas: hacia una mejor adaptación sociolaboral

La disminución de pantallas en primaria y la apuesta por “todo lo que se pueda en papel” en la ESO han traído cambios en la rutina escolar. Estos son algunos de los ajustes implementados:

  • Reducción del uso de ordenadores en los primeros cursos.
  • Recuperación de libros físicos y cuadernos.
  • Incorporación del ordenador solo en tareas específicas.
  • Fomento de la escritura a mano y la correcta presentación.

En pocos meses ya se observan mejoras en la letra y en la autonomía del alumnado. Así, cuando llegan a la E.S.O., cada vez es menos habitual oír la queja de que “se me cansa la mano” por escribir unos minutos seguidos.

Tabla de medidas y efectos esperados

Cambio implementadoEfecto esperado
Entrega de ordenador retrasada hasta 5º de primariaMayor madurez en el uso responsable de la tecnología
Uso de libros y cuadernos en la ESORefuerzo de la caligrafía y la estructura mental del alumno
Reducción de la inmediatez digital en los primeros cursosMayor reflexión al desarrollar actividades y resolver problemas

Este reenfoque también ha llamado la atención de las familias, que se interesan por el uso de las pantallas. El centro considera que la digitalización no debe desaparecer, sino aplicarse con mesura.

Los móviles también están bajo el punto de mira en el ámbito educativo y laboral

Otra cuestión que ha surgido es la propuesta de prohibir totalmente los móviles en la ESO. En la Escola Pia, sin embargo, creen que un control racional del dispositivo es más constructivo que vetarlo. Alegan que, para que el alumnado desarrolle competencias digitales, a veces hace falta utilizar estas herramientas.

En los primeros años de secundaria han optado por eliminar los móviles, respetando así a aquellas familias que prefieren que sus hijos no tengan uno todavía. “Un año con el niño sin móvil es un año ganado”, explica la directora pedagógica. Conforme avanzan en edad, se van introduciendo actividades que requieren el uso de smartphones, siempre de forma supervisada.

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