Una informática reconvertida en alicatadora demuestra que el sector ofrece mejores sueldos que muchos trabajos tradicionalmente femeninos.
El testimonio de Carolina, que ha dejado la informática para cubrir ladrillos y azulejos, pone sobre la mesa una realidad poco conocida: las mujeres solo son el 11,2 % de la fuerza laboral en la construcción, pero cada vez que una cruza la valla de la obra se multiplica el efecto llamada. ¿Por qué seguir cobrando 1.000 € al mes en una peluquería si alicatando se rozan los 100 € diarios?
El Observatorio Industrial de la Construcción confirma el desequilibrio: apenas una de cada diez operarios es mujer. Aun así, la escasez de relevo joven y el envejecimiento (55 % de los obreros supera los 45 años) convierten los andamios en terreno fértil para quienes buscan un empleo estable y bien pagado.
Carolina lo tiene claro: “No hay limitaciones físicas y las herramientas modernas hacen el trabajo más llevadero”. Su ejemplo rompe estereotipos y anima a otras mujeres a mirar más allá de los oficios habituales. ¡Y menuda diferencia en la nómina!
Formarse como alicatadora profesional: pasos clave, cursos y herramientas que facilitan la entrada femenina en el sector
¿Cómo pasar del “me gustaría” al “manos a la obra”? Antes que nada, conviene apuntarse a un curso especializado, igual que hizo Carolina, para dominar la parte técnica y las medidas de seguridad. La formación abre puertas en constructoras necesitadas de mano de obra cualificada y, además, refuerza la confianza ante posibles recelos. A continuación, el único listado prometido en este artículo resume la hoja de ruta imprescindible:
- Buscar un centro acreditado: academias, sindicatos o fundaciones del sector ofrecen programas subvencionados.
- Obtener la Tarjeta Profesional de la Construcción (TPC): requisito para acceder a grandes obras y acreditar la formación en riesgos laborales.
- Equiparse correctamente: guantes, rodilleras y herramientas ligeras que reducen la exigencia física.
- Crear red de contactos: redes sociales, como el canal de TikTok @Ellaconstruye, ayudan a visibilizar el talento femenino y a encontrar primeras oportunidades.
Como ves, el proceso no difiere del de cualquier otro oficio cualificado; la clave está en atreverse.
Comparativa de salarios: de los 1.000 € mensuales en peluquería a los 100 € diarios que puede lograr una alicatadora
Para aterrizar los números, esta tabla enfrenta los ingresos típicos de dos profesiones que muchas mujeres se plantean:
Ocupación | Remuneración estimada | Base de cálculo |
---|---|---|
Peluquera | 1.000 € al mes | Jornada completa (40 h) |
Alicatadora (obra) | 100 € al día | Tarifa media por destajo |
Los valores son orientativos y dependen de la zona y la experiencia. Traducido a una semana de cinco días, la alicatadora supera los 2.000 € brutos al mes. ¿Te imaginas doblar el sueldo sin pasarte horas de pie en un salón de belleza?
El mensaje de Carolina: más formación, menos prejuicios y un futuro con cascos rosas en cada obra
Carolina no solo celebra su cambio profesional; lanza un reto a todos los trabajadores del ladrillo: “Formémonos más y hagamos las cosas bien”. No es una batalla de sexos, sino de competitividad y calidad.
Ella insiste en que la tecnología ha suavizado los esfuerzos y que ya no se “pica piedra” como antaño. De ahí que anime tanto a hombres a tecnificarse como a mujeres a ocupar un espacio que también les pertenece.
En definitiva, la construcción ofrece hoy una alternativa sólida para quienes buscan estabilidad, buen salario y crecimiento. Si te seduce la idea de ganar 100 € por jornada, quizá sea el momento de cambiar el secador por la llana. No es poca cosa.