Así es. Después de años y años de esfuerzo, de realizar una fuerte inversión económica en tu futuro, por fin sales graduado. Es tiempo de buscar un buen empleo y poner en práctica todo lo aprendido hasta ahora. Sin embargo, pasa el tiempo y ves como solo encadenas un trabajo tras otro que nada tiene que ver con tu formación y que, otros compañeros que carecen de estudios realizan igual o mejor que tú. Esta es la realidad a la que se enfrentan un gran número de estudiantes universitarios que, tras finalizar la carrera, tienen que trabajar en empleos para los que no se necesitan títulos ni másteres. Pero, ¿por qué ocurre esto? Pues es muy simple, porque eligieron carreras con una tasa de empleabilidad muy baja.
No atiendas a modas a la hora de elegir carrera, estudia el mercado laboral, escucha a tu corazón y ponlo todo en una balanza
Elegir una carrera sabiamente es quizás la decisión que más marcara nuestra vida. Muchos optan por lo práctico y otros se decantan por la vocación. A veces estos dos factores van de la mano, pero exigen una alta dedicación y obtener una nota alta en la selectividad. Algo a lo que muchas personas no tienen acceso. Si quieres apostar por lo seguro debes matricularte en cualquiera de las carreras que tengan que ver con la salud: medicina, enfermería, odontología, farmacia, óptica, podología, fisioterapia, etc. Estas carretas, aunque exigentes, garantizan un buen puesto de trabajo con altas remuneraciones económicas. Aunque como hemos mencionado antes, su acceso está restringido a grandes estudiantes que se han sacrificado duramente para obtener la nota de corte necesaria.
En la otra cara de la moneda encontramos carreras relacionadas con el turismo o que atienden a modas, como cuando a los jóvenes les dio por estudiar criminología. En el caso del sector turístico, pasa que España es un país que prácticamente vive de eso en gran parte de su territorio, y aunque la oferta es amplia, la mayoría de ocupaciones ligadas a este sector atienden a puestos no cualificados, y los que si lo son tienen muy pocas salidas, y las que tienen ya están cogidas. Respecto a la moda de estudiar criminología, pues…, demasiado CSI. Por estos y otros factores, el 22% de los universitarios están trabajando en puestos por debajo de su cualificación. Después de obtener un título, desempeñan labores auxiliares, manuales o de servicios para los que no se hace necesario haber estudiado una carrera.
El 22% de los jóvenes universitarios está empleado en puestos por debajo de su cualificación. Cuatro años después de obtener el título, desempeñan trabajos auxiliares, manuales o de servicios para los que no hubiera hecho falta estudiar una carrera.
Las carreras con menor tasa de empleabilidad: evítalas a toda costa
Entre las titulaciones con peor tasa de empleo encontramos varias carreras con un elevado número de graduados (las modas), como Periodismo (3.000 plazas), Relaciones laborales (3.100), Educación Infantil (9.600) o Turismo (3.300). Paradójicamente, la oferta es mucho más escasa en grados como Matemáticas, que solo cuenta con 1.000 plazas en el conjunto de las universidades públicas a pesar de que sus indicadores de empleabilidad son mucho mejores: el 81% de sus graduados está afiliado a la Seguridad Social, el 77% presenta una buena adecuación entre su nivel de estudios y su empleo y el salario medio es de 34.000 euros a los cuatro años de lograr el título.