La popular empresaria española que ahora factura 70 millones: “Le diría a mi hijo que hiciese todo lo posible por no emprender”

Fundadora de GOI, la gallega de 32 años revela el peaje personal y financiero de montar una empresa desde cero y advierte a los jóvenes sobre las sombras del éxito rápido.

Arriesgar los ahorros, dormir poco y convivir con la incertidumbre: así resume Yaiza Canosa el trayecto que la ha llevado de vender patatas por mensajería a liderar un operador logístico que mueve 70 millones de euros anuales. La emprendedora se confiesa “afortunada” por el resultado, pero no lo recomienda: “Si tuviese un hijo, le diría que hiciese todo lo posible por no emprender”. ¿Por qué un mensaje tan contundente de alguien que triunfa? Lo desgranamos a continuación.

¿Quién puede inspirarse con la historia de la joven empresaria gallega Yaiza Canosa?

Nacida en Galicia en 1993, Canosa inició su primer negocio tecnológico con 16 años para lograr independencia económica. Tres años después lo vendió, probó a trabajar por cuenta ajena y descubrió que su lugar seguía estando al otro lado: el del riesgo. La idea que cambió su vida llegó cuando echaba de menos las hortalizas de su pueblo; su familia le enviaba cajas que superaban los 40 kg, y descubrió que ninguna compañía atendía esos envíos.

De ahí nació GOI: hoy transporta, monta e instala productos voluminosos en toda España, un nicho que ninguna gran firma cubría entonces. “A la primera reunión no sabía ni qué era un punto de cross-docking”, reconoce con sorna. Su testimonio seduce porque demuestra que la oportunidad puede esconderse en una carencia cotidiana y que, con perseverancia, los recursos limitados pueden multiplicarse. Sin embargo, la propia Canosa urge a mirar también el lado B de esa aventura.

Fechas y decisiones arriesgadas que marcaron la trayectoria de su empresa GOI

Para pasar de la intuición al negocio, reinvirtió 200.000 € ahorrados y contrató un equipo tecnológico antes de tener clientes fijos. Asumió, literalmente, “la posibilidad de arruinarse e hipotecarse” si la idea no cuajaba. No fue una licencia poética: durante los primeros ejercicios los márgenes eran mínimos y cualquier error logístico podía costar la supervivencia.

Pese a todo, la compañía resistió y fue escalando. Hoy cuenta con una red de transportistas especializada, software propio y acuerdos con gigantes del retail. Aun así, la fundadora no olvida que la suerte (“chiripa”, en sus palabras) jugó un papel decisivo. “Había un 0,01 % de probabilidades de que saliese bien”, sentencia, y por eso insiste en verbalizar los riesgos que rara vez se airean.

AñoHito relevante en la carrera de Yaiza Canosa
2010Lanza su primera empresa de datos con solo 16 años
2013Vende la firma y prueba el trabajo por cuenta ajena
2016Detecta el vacío en la logística de paquetes de más de 40 kg
2017Invierte 200.000 € y pone en marcha GOI
2025La facturación anual supera los 70 millones de euros

Los números impresionan, sí, pero la tabla evidencia algo más: cada salto implicó hipotecar tiempo, dinero y salud emocional. Canosa lo asume y, precisamente por ello, invita a reflexionar antes de lanzarse.

Pasos para emprender sin morir en el intento

¿Qué haría hoy alguien que quiera replicar su éxito sin ignorar los peligros? La propia empresaria apunta tres claves: validar la demanda, escoger un nicho desatendido y blindar la tecnología. No obstante, añade un matiz esencial: contar con un colchón económico para sobrevivir un mínimo de 18 meses sin ingresos.

¿Merece la pena jugárselo todo? Ella misma duda. “Estamos un poco chiflados los que apostamos todo”, confiesa, y retoma el símil de Hernán Cortés quemando las naves para no dar marcha atrás. Esa estrategia le funcionó, pero admite que es imprudente recomendarla a cualquiera. Motivos por los que Canosa desaconseja a su futuro hijo emprender

  1. Elevado riesgo financiero: puede acabar hipotecado si el proyecto fracasa.
  2. Estrés continuado: jornadas interminables y presión constante sobre resultados.
  3. Impacto personal: falta de tiempo para familia y ocio durante años.
  4. Éxito poco probable: incluso con talento, la suerte juega un papel crucial.

Sí, así de claro. Pese a predicar prudencia, Canosa sigue al frente de GOI. El reto ahora pasa por internacionalizar el servicio y optimizar costes sin perder el ADN innovador que la llevó hasta aquí. Pero si mañana un joven se acerca a pedir consejo, la gallega no dudaría: “Haz todo lo posible por no emprender”. Y quizá, después de escucharla, más de uno decida apuntar primero a la estabilidad y, solo si las cuentas cuadran, quemar sus propias naves.

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